estepona

Tuesday, November 29, 2011

Suben los robos en el punto limpio de Estepona


Suben los robos en el punto limpio de Estepona

Los ladrones suelen llevarse objetos que tienen materiales como cobre o aluminio

La Opinión de Málaga. NOELIA ANDRADE. ESTEPONA.
Lavadoras, televisores o baterías de coches son algunos de los objetos que los ladrones se llevan del punto limpio de Estepona. Unos robos que se se producen en estas instalaciones casi desde su inauguración, pero que se han incrementado en el último año por la crisis.

La fragilidad de las vallas que protegen el recinto hacen que una y otra vez los amigos de lo ajeno las rompan para acceder al interior y allí poder llevarse todo aquello que pueden vender de segunda mano. «La mayoría de los ladrones son chatarreros que vienen aquí a buscar el género para poder salir adelante», afirma uno de los trabajadores del recinto.

Empleados que se ven impotentes ante estos robos ya que por muchas veces que arreglen las vallas, los ladrones siguen accediendo de igual manera a los contenedores. Estos empleados no ven ninguna solución al respecto ya que creen que los ladrones seguirán entrando para llevarse todo aquello que puedan.

Zona poco frecuentada

La ubicación del punto limpio, a las afueras de Estepona y la ausencia de iluminación y vecinos hace que los ladrones tenga más facilidad aún para cometer estos robos. «Mientras uno entra dentro rompiendo las vallas o por algún agujero que haya anterior, el otro lo espera fuera con el coche para cargar la mercancía y salir del lugar cuanto antes», afirma el empleado.

Con la crisis los objetos que unos tiran son utilizados por otros como una fuente de ingresos para su familia. Y es que en el punto limpio se depositan entre otros residuos, electrodomésticos y objetos que llevan cobre, hierro o aluminio. Unos materiales muy apreciados y que tienen mucha salida en el mercado de la chatarra y los desguaces.

El punto limpio de Estepona está abierto de lunes a viernes en horario de mañana. A partir de las 3 de la tarde el recinto queda cerrado y a merced de los ladrones que esperan a la noche para entrar y buscar si hay algún objeto nuevo que pueda ser útil para la venta. Unos robos que suelen pasar desapercibidos para la mayoría de ciudadanos porque se llevan lo que la mayoría considera objetos inservibles.