Sueldos, controles y puertas falsas

Diario Málaga Hoy. Domingo 22 de julio de 2007

Sueldos, controles y puertas falsas

20070722 0253 Encarna Maldonado MÁLAGA

El principio de autonomía local se ha convertido en un magnífico paraguas bajo el que se guarecen los sueldos de los cargos públicos locales. Cada ayuntamiento determina los salarios de sus alcaldes y concejales sin otro criterio que su propio punto de vista. Y el resultado no está a la vista.

El ya ex alcalde de Mijas, Agustín Moreno, dimitió el 13 de julio porque decidió igualar su salario al del secretario municipal: 126.000 euros. La ejecutiva local del PSOE forzó su dimisión al entender que era un incremento excesivo, aunque ha habido otros casos que se han conocido esta semana, como los incrementos aprobados por los regidores de Cártama, Álora y Benalmádena.
El criterio de equiparar el salario de los alcaldes al de los funcionarios de habilitación nacional (secretarios, interventores y tesoreros) está bastante extendido. Se utilizaba en Mijas, pero también en Ronda, Vélez-Málaga o la propia Diputación (el presidente percibe un 10 por ciento más que el secretario y los vicepresidentes la misma cantidad que este funcionario), entre otras corporciones locales.

¿Por qué se elige esta referencia? Porque es un sueldo elevado, está fuera de convenio y, presumiblente, porque no resulta fácil de conocer.

Los requisitos de transparencia obligan a los cargos públicos a tener sus emolumentos a la vista. Pero existen puertas traseras y la más frecuente es declarar que cobra como el secretario municipal, sin determinar cuál es esta cifra que, además, en los informes de pago aparece por partidas y sin individualizar. En definitiva, sólo unos cuantos expertos en el análisis de valoraciones de puestos de trabajo pueden conocer el dato real que percibe un secretario o interventor y, por ende, el del alcalde o cargo público.

Además, los funcionarios de habilitación nacional perciben ingresos muy dispares. Un ejemplo: un secretario en un municipio pequeño ingresa muy por debajo de los 50.000 euros brutos anuales (generalmente prestando servicio en más de una corporación), nada que ver, por ejemplo, con los 114.000 euros anuales que tienen determinados los funcionarios de habilitación nacional de Rincón de la Victoria o los 126.000 de Mijas.

Entre ambos extremos se sitúan, por ejemplo, los salarios de los habilitados nacionales de Benalmádena, que superan ligeramente los 100.000 euros, Estepona (cerca de 90.000 euros), la Diputación de Málaga (80.000) Marbella (78.000), Torrox (73.000), Vélez-Málaga (68.000), Ronda (65.000) o Fuengirola (en torno a 60.000 euros brutos anuales).

Esta disparidad obedece a los diferentes conceptos que conforman los salarios de estos funcionarios de élite. Estos emolumentos cuentan por una parte con unas retribuciones básicas determinadas en la Ley de Presupuestos Generales del Estado y, por otra, de un complemento específico que puede representar hasta el 70 por ciento de sus retribuciones totales y que determina el ayuntamiento para el que trabaja el funcionario. Es decir, la mayor parte del sueldo de los secretarios, interventores y tesoreros la marca el alcalde y el equipo de gobierno cuya gestión debe fiscalizar y vigilar.

El resultado inmediato son diferencias abismales entre funcionarios destinados en municipios limítrofes.

Y no es el único elemento a tener en cuenta. Existen otros conceptos como los complementos de productividad que también pagan los ayuntamientos y corporaciones locales a secretarios e interventores "en ocasiones con una grandísima discrecionalidad, dependiendo de si es muy severo o no en el desempeño de la función, es decir si se le hacen advertencias de legalidad o no al alcalde de turno", avisa un funcionario de habilitación nacional con plaza en la Costa del Sol.

Una de las muestras más sonadas de esta discrecionalidad la ofreció Jesús Gil a su llegada a Marbella cuando mandó de vacaciones sine die al secretario de la Corporación, Pedro Moreno Brenes, actual portavoz de IU en Málaga.

Corporaciones locales.

Los alcaldes y cargos públicos locales eligen los ingresos de los secretarios municipales
como referencia para fijar sus propias retribuciones. Son los sueldos más elevados de ayuntamientos y diputaciones