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Sunday, April 26, 2009

Estepona no llega a fin de mes




Estepona no llega a fin de mes

Primero les advirtieron de que les cortaban la luz; después les dejaron sin teléfono y lo último ha sido la interrupción del suministro de gas para incinerar. Son sólo algunos de los apuros de este Ayuntamiento

Diario Sur. 26.04.09 - MERCEDES PERIÁÑEZ / YEDALAMO| ESTEPONA
««La situación económica es caótica; terrible». La frase es del alcalde socialista de Estepona, David Valadez, y da buena cuenta de cómo está el Ayuntamiento de Estepona. Pero no sólo lo dice el máximo responsable de la Administración local. Sus trabajadores también lo saben. «¿Le puedo hacer una pregunta?», le requirió un vecino a un policía local. «Si no cuesta dinero, sí», le contestó en tono jocoso el funcionario. El Ayuntamiento de Estepona atraviesa verdaderos apuros económicos para llegar a final de mes. Sus ingresos son escasos e insuficientes para afrontar los gastos y la cuantiosa deuda que se arrastra desde hace décadas.
Esta ausencia de dinero ha puesto en jaque la gestión municipal en varias ocasiones. El último servicio que se ha resentido es el del crematorio del cementerio. No es la primera vez que ocurre. La falta de pago a la empresa suministradora del gas ha dejado a los vecinos sin crematorio durante más de un mes. El Ayuntamiento ordenó el abono del coste de este suministro el pasado viernes para que se puedan volver a realizar las incineraciones, pero la solución es sólo un parche.
El contrato de adjudicación a la empresa que suministra el gas se realizó en 2003 de forma ilegal, ya que no se convocó el correspondiente concurso público. Así las cosas, el pago de este servicio se encuentra todos los meses con reparos administrativos que lo retrasan.
El Consistorio ha tenido que hacer desembolsos económicos in extremis para poder garantizar sus servicios. «Problemas hay con casi todos los servicios; las empresas suelen presionar para que se les pague y recurren a las amenazas del corte de servicio», cuenta el regidor esteponero. A principios de año, Sevillana-Endesa anunció que cortaría la luz en las dependencias municipales si no se empezaban a pagar los 500.000 euros que se le adeudan desde 1992, y que habían sido reclamados con anterioridad. Para evitar que la compañía eléctrica cumpliera su anuncio, se inició un plan de pagos y se llegó a un acuerdo de ahorro energético. «Ahora se controla que las oficinas no se queden con las luces encendidas durante todo el día», comenta una administrativa municipal.
No fue el único contratiempo en la Casa Consistorial. «Estuvimos más de dos días sin teléfono; para las llamadas urgentes no teníamos más remedio que recurrir a nuestro móvil o irnos a otra dependencia donde hubiera línea», recuerda una trabajadora. Todo se debió al corte de suministro que hizo la empresa Telefónica por el débito de más de 200.000 euros que acumula el Ayuntamiento. En este caso, los responsables municipales aprovecharon para pedir descuentos en los consumos e incluso tomar medidas para la contención del gasto como la supresión de la opción de realizar llamadas al extranjero.
«Se le pide a los trabajadores que hagan un uso responsable de los teléfonos. Hay empleados que por las tardes están solos y usan sin contemplaciones este servicio para fines privados», explica el regidor. «Ahora vamos a saber desde qué terminales se producen los consumos más elevados», indica el concejal de Hacienda, Antonio Sánchez.
La empresa que suministra el combustible a los vehículos municipales también ha requerido al Consistorio en varias ocasiones el pago de las facturas pendientes para continuar proporcionando su producto.
Ni para la nómina
Estas son sólo algunas muestras de los apuros económicos que vive el Consistorio. Las debilidades económicas del Ayuntamiento se pusieron de manifiesto con la liquidación del presupuesto de 2007. Entonces se cifró el déficit de las cuentas municipales (la diferencia entre los ingresos y las obligaciones de pago) en más de 64 millones de euros. Esta falta de liquidez coincidió con la crisis que atraviesa el sector de la construcción, principal fuente de ingresos del Ayuntamiento.
Ahora, con los ingresos que recibe el Ayuntamiento ni siquiera hay suficiente dinero para pagar a sus 1.300 empleados, que cuestan más de cuatro millones de euros al mes. La plantilla municipal es la losa económica más pesada que soportan las arcas municipales y el principal quebradero de cabeza de los responsables municipales en la actualidad.
De hecho, el Consistorio tendrá que recortar su gasto en un millón de euros mensuales para poder afrontar las nóminas de sus empleados. «Estamos trabajando en buscar recursos, pero hay serias dificultades todos los meses para hacer frente a los gastos ordinarios», admite el regidor esteponero.
Los trabajadores ya saben cuál es la situación del Ayuntamiento y en las dependencias municipales es el tema más recurrente de conversación entre los compañeros. «Son pluses que habíamos pactado con el Ayuntamiento y que cobrábamos; ¿por qué nos lo quitan ahora? Porque los acordamos con gente que ya no está en el gobierno», critica un trabajador municipal.
El equipo de gobierno que dirige Valadez ha iniciado un plan de contención del gasto con medidas dirigidas a reducir el coste de la plantilla municipal: supresión de pluses, eliminación de horas extraordinarias, reducción de prestaciones sociales y la propuesta para acabar con la polémica paga de absentismo, que gratifica con unos 1.200 euros anuales a los empleados por ir a trabajar.
Hasta el momento, los responsables municipales no han pronunciado las palabras que ningún trabajador quiere escuchar: Expediente de Regulación de Empleo. «No se puede lanzar el mensaje de que todo está arreglado; se están dando pasos en este sentido pero no lo vamos a conseguir en dos días. Si no volvemos a un equilibrio entre los ingresos y los gastos no se puede garantizar la nómina», deja claro el responsable municipal de Hacienda.
Esta situación económica ha abierto una guerra interna entre los trabajadores y el Ayuntamiento, en la que tampoco se han quedado fuera los sindicatos. El CSI-CSIF, mayoritario dentro del personal funcionario, culpa a los responsables políticos de estos problemas en la plantilla por la contratación 'a dedo' de 800 trabajadores. Conseguir dinero para pagarles será el reto del Ayuntamiento para los próximos meses.