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Artículo de opinión del alcalde David Valadez publicado en el semanario Estepona Información

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Ya anuncié en mi discurso de investidura que cualquier ciudadano o colectivo que quisiera dirigirse al alcalde podría hacerlo sin necesidad de intermediarios durante el periodo en el que yo asumiese la máxima responsabilidad de la Corporación.
A lo largo de estas dos últimas semanas han sido unas doscientas personas las que han podido comprobar cómo el alcalde de su ciudad les recibe para atender sus peticiones, sus quejas, sus reivindicaciones o sus demandas.
Esa es mi obligación. El alcalde debe estar siempre a disposición del ciudadano. No dispongo, ni yo ni ningún alcalde, de una varita mágica para poder resolver todos los problemas que se nos planteen pero, al menos, sí que me comprometo a escuchar los planteamientos que se me quieran trasladar.
Ésto supone, no cabe la menor duda, un desgaste personal tremendo. A las numerosas y variadas reuniones que estamos manteniendo para recomponer el muy mermado sistema institucional hemos de ser conscientes de que, en estos momentos más que nunca, cualquier gesto, declaración o comentario puede ser objeto del más agudo de los ataques dialécticos.
He oído y leído barbaridades de todo tipo. Ni tan siquiera me voy a molestar en contestarles. El tiempo, como casi siempre en la vida, quita y da razones. Ya pedí hace algunas semanas que se nos deje trabajar. No pido la colaboración de algunos, es evidente que los que han tenido un estatus privilegiado y ahora lo están perdiendo no están nada contentos con las decisiones que estamos adoptando, pero que al menos no nos pongan zancadillas o piedrecitas en el camino.
No pido que colaboren con el nuevo gobierno del ayuntamiento pero sí les ruego que no perjudiquen el presente y el futuro de Estepona.
Estepona tiene por delante muchísimos retos, ambiciosos y necesarios: la construcción del Hospital de Alta Resolución, la ampliación de la línea férrea, del puerto deportivo, el centro comercial más grande de España, la Ciudad del Conocimiento de la Fundación Antonia Guerrero, ... y otros tantos buenos proyectos que deben suponer un revulsivo en la economía de la localidad.