Formas

Editorial Estepona Información. Sábado 2 de agosto de 2008

Formas

EL primer pleno celebrado por la Corporación Municipal con David Valadez como alcalde ha marcado, sin duda un estilo distinto. Ambiente relajado, de discusión pero sin los tintes de ir ‘sobrao’ de otras épocas, con trato exquisito y respetuoso, sin gestos, un modelo netamente diferente al que estábamos acostumbrados y donde el alcalde, entre otras cosas, aceptó una votación en sentido contrario a su propuesta inicial a petición de su ex-compañero Francisco Zamorano. Nada es igual en el salón de sesiones, ni los integrantes, ni la distribución de los asientos, ... las ausencias. Este no es el Ayuntamiento que salió de las urnas, es la imagen que se presta inicialmente al comentario, es una composición con muchos de los protagonistas pero en papeles que no tenían asignados.
En este primer pleno, puede que por la falta de experiencia en el cargo, Valadez comenzó a ritmo frenético, tanto que incluso los ciudadanos presentes no sabían de cómo se habían repartido las áreas de Gobierno y mucho menos de quienes eran los nuevos tenientes de alcalde. Todo se daba por sabido, sólo se daba cuenta, tal como establecía el orden del día, pero sólo se leían los epígrafes de los puntos, nada de su contenido. Además, seguramente porque aún recuerda su etapa de portavoz municipal, no fue hasta el segundo de los plenos, en el que se constituía la Junta General Universal de las sociedades municipales, cuando daba cancha a su nuevo portavoz, Antonio Sánchez, que para ser su primera intervención plenaria en ese papel ofreció una imagen pacificadora, nada arrogante y con un tono suave que invita a no discutir.
Las formas han cambiado, casi tanto como los concejales de grupo político. Los ex del PSOE junto al PP y las ex del PES junto al equipo de Gobierno. En medio Rafael Montesinos que es y no es, que es miembro del Gobierno pero no tiene responsabilidad alguna, una figura aún por definir después de desaparecer aquellos famosos ministros sin cartera de otras épocas. Y la oposición, justo es decirlo, también supo estar a la altura de las circunstancias. Hicieron propuestas, unas aceptadas y otras no, y votaron de manera que dejan hacer a Valadez, sin oponerse, con la abstención que permite seguir navegando en unas aguas que, es de prever, se removerán a poco que pasen algunos meses pero que por el momento parecen calmas por el trastorno que aún sufre la Corporación.
Y en este ambiente de respeto mutuo de diálogo, hay quien por sus conocimientos o su dialéctica sigue brillando, ahora desde la oposición, como Francisco Zamorano, edil que reitera continuamente sus buenas intenciones y que insta a sus antiguos compañeros a continuar en una línea abierta en su momento por los que eran compañeros de partido, de un partido del que él se sigue sintiendo parte y que, en una intervención en la que recriminó al vicesecretario que hablase del sentir político de una normas, y no del jurídico, recordó que hay normas que se hacen contra los tránsfugas, pero ese no es su caso porque al él le han echado.
Sería deseable que se mantuviese en el tiempo esta manera de hacer política, que todos asumiesen el nuevo papel que les toca vivir, que la oposición, porque es su derecho, pueda también tumbar alguna propuesta del Gobierno amparada en sus votos y, además, que el nuevo alcalde se vaya soltando.