«El cambio climático puede tener efectos irreversibles en el turismo»
Diario Sur. Domingo 3 de febrero de 2008
JUAN MARCOS CASTRO, PROFESOR DE ECONOMÍA DE LA UMA Y COAUTOR DEL ESTUDIO
«El cambio climático puede tener efectos irreversibles en el turismo»
Alerta de que los visitantes eligirán zonas de ambiente más benigno si la temperatura sube por el calentamiento
Como uno de los autores del Informe de Sostenibilidad 2007 y profesor de Economía de la Universidad de Málaga (UMA), Juan Marcos Castro conoce al dedillo el panorama medioambiental de la provincia y, también en detalle, el de Marbella; nada halagüeño, dice, si no se toman medidas a tiempo.
En comparación con el resto de la provincia, ¿cómo parte Marbella ante el cambio climático, mejor o peor que otras localidades?
En nuestro territorio, la cuestión del cambio climático está muy ligada al consumo de energía y a la ocupación de suelo y el transporte. Marbella es el segundo municipio en consumo eléctrico (tras Málaga), contando con un 62% de su primer kilómetro costero totalmente urbanizado. Asimismo, se configura como cabecera de un área metropolitana con elevada intensidad de tráfico. La aportación neta de los territorios englobados en la Costa del Sol es negativa, al aportar más gases efecto invernadero a la atmósfera que los municipios del interior.
¿Cuáles son los principales problemas que azotan a la localidad?
Los elevados niveles de actividad y bienestar económico contrastan con un intensivo uso de los recursos naturales básicos (suelo, agua y energía), así como una transformación intensiva del territorio. El problema es el elevado metabolismo urbano y turístico del desarrollo en Marbella. Se pueden mantener los mismos niveles de bienestar económico con menores necesidades de suelo, agua y energía.
¿Le han sorprendido los datos o se esperaban, por ejemplo en la ocupación del litoral en Marbella, que las cifras fueran en esa línea?
Desde hace tiempo se viene hablando bastante de la denominada 'artificialización' del primer kilómetro costero y del salto de las urbanizaciones a segunda y tercera línea de playa. No son nuevas las críticas al modelo urbanístico de Marbella donde la segunda residencias, los paseos marítimos y los campos de golf se han generalizado sin considerar criterios ecológicos. Lo novedoso de este informe es que supone el uso de instrumentos como los sistemas de información geográfica y la definición de una batería de indicadores objetivos y que se evaluarán todos los años.
¿Cuáles deberían ser los pasos a seguir para revertir la situación actual, de excesivo consumo de agua potable o de electricidad?
En el tema del agua, la racionalización de los consumos ha de basarse en los principios de la nueva cultura del agua. No obstante, ha de mantenerse el esfuerzo para la reutilización del agua en las ciudades y en las actividades económicas, modernizando y creando infraestructuras adecuadas para el aprovechamiento óptimo de nuestros recursos superficiales. La energía será el tema central en los programas urbanos de este siglo. Las ciudades tendrán que buscar soluciones que apunten hacia la autosuficiencia energética de fuentes renovables, en línea con las denominadas 'ciudades solares'.
Si no hacemos nada, ¿cómo pinta el panorama en Marbella en los próximos años?
Si no hacemos nada, habrá que hacerlo todo cuando sea demasiado tarde, teniendo que afrontar un coste económico, social y ambiental demasiado elevado y con efectos irreversibles: La crisis del modelo turístico tradicional, porque los turistas irán a áreas con mejor clima y mejores condiciones; el desempleo y la pérdida de calidad de vida de la población; la desaparición de ecosistemas naturales y la pérdida irreversible de espacios y especies característicos en nuestros ecosistemas.
JUAN MARCOS CASTRO, PROFESOR DE ECONOMÍA DE LA UMA Y COAUTOR DEL ESTUDIO
«El cambio climático puede tener efectos irreversibles en el turismo»
Alerta de que los visitantes eligirán zonas de ambiente más benigno si la temperatura sube por el calentamiento
Como uno de los autores del Informe de Sostenibilidad 2007 y profesor de Economía de la Universidad de Málaga (UMA), Juan Marcos Castro conoce al dedillo el panorama medioambiental de la provincia y, también en detalle, el de Marbella; nada halagüeño, dice, si no se toman medidas a tiempo.
En comparación con el resto de la provincia, ¿cómo parte Marbella ante el cambio climático, mejor o peor que otras localidades?
En nuestro territorio, la cuestión del cambio climático está muy ligada al consumo de energía y a la ocupación de suelo y el transporte. Marbella es el segundo municipio en consumo eléctrico (tras Málaga), contando con un 62% de su primer kilómetro costero totalmente urbanizado. Asimismo, se configura como cabecera de un área metropolitana con elevada intensidad de tráfico. La aportación neta de los territorios englobados en la Costa del Sol es negativa, al aportar más gases efecto invernadero a la atmósfera que los municipios del interior.
¿Cuáles son los principales problemas que azotan a la localidad?
Los elevados niveles de actividad y bienestar económico contrastan con un intensivo uso de los recursos naturales básicos (suelo, agua y energía), así como una transformación intensiva del territorio. El problema es el elevado metabolismo urbano y turístico del desarrollo en Marbella. Se pueden mantener los mismos niveles de bienestar económico con menores necesidades de suelo, agua y energía.
¿Le han sorprendido los datos o se esperaban, por ejemplo en la ocupación del litoral en Marbella, que las cifras fueran en esa línea?
Desde hace tiempo se viene hablando bastante de la denominada 'artificialización' del primer kilómetro costero y del salto de las urbanizaciones a segunda y tercera línea de playa. No son nuevas las críticas al modelo urbanístico de Marbella donde la segunda residencias, los paseos marítimos y los campos de golf se han generalizado sin considerar criterios ecológicos. Lo novedoso de este informe es que supone el uso de instrumentos como los sistemas de información geográfica y la definición de una batería de indicadores objetivos y que se evaluarán todos los años.
¿Cuáles deberían ser los pasos a seguir para revertir la situación actual, de excesivo consumo de agua potable o de electricidad?
En el tema del agua, la racionalización de los consumos ha de basarse en los principios de la nueva cultura del agua. No obstante, ha de mantenerse el esfuerzo para la reutilización del agua en las ciudades y en las actividades económicas, modernizando y creando infraestructuras adecuadas para el aprovechamiento óptimo de nuestros recursos superficiales. La energía será el tema central en los programas urbanos de este siglo. Las ciudades tendrán que buscar soluciones que apunten hacia la autosuficiencia energética de fuentes renovables, en línea con las denominadas 'ciudades solares'.
Si no hacemos nada, ¿cómo pinta el panorama en Marbella en los próximos años?
Si no hacemos nada, habrá que hacerlo todo cuando sea demasiado tarde, teniendo que afrontar un coste económico, social y ambiental demasiado elevado y con efectos irreversibles: La crisis del modelo turístico tradicional, porque los turistas irán a áreas con mejor clima y mejores condiciones; el desempleo y la pérdida de calidad de vida de la población; la desaparición de ecosistemas naturales y la pérdida irreversible de espacios y especies característicos en nuestros ecosistemas.
<< Home