¿Qué esconde el 'New Flame'?
El País. Viernes 28 de diciembre de 2007
¿Qué esconde el 'New Flame'?
¿Qué ha sucedido con la chatarra que el New Flame porta en su interior? El Gobierno de Gibraltar sostiene que no se ha producido ningún vertido y la Capitanía Marítima del puerto de Algeciras asegura también que no tiene constancia de que se haya desprendido chatarra. "Pero es cierto que no tenemos capacidad para obtener una información concreta del contenido de la carga del buque porque no se permitió el acceso de los técnicos españoles a su interior", advierten estas fuentes.
La pelota está en el tejado del Ejecutivo gibraltareño, que espera la respuesta de la aseguradora del barco para intentar recuperar lo que queda del mismo. Una operación que, según indicaron los expertos que dirigen el rescate, podría durar unos tres meses. Demasiado tiempo, según los ecologistas y las Administraciones españolas, que afirman que hay 42.000 toneladas de chatarra en el fondo del mar.
Estos restos están compuestos principalmente por tubos de escape y baterías, aunque la verdad es que nadie, excepto la empresa americana propietaria de los mismos, sabe qué tipo de chatarra viaja en el New Flame.
Los grupos ecologistas, como Verdemar-Ecologistas en Acción, son los únicos que se aventuran a predecir qué puede suceder en el caladero de La Atunara, la zona costera comprendida entre Gibraltar y Estepona (Málaga), si hay restos de la chatarra del New Flame en el fondo marino. Según su portavoz, Antonio Muñoz, los primeros afectados serán "los mejillones de las plataformas que tan buenos resultados tanto económicos como productivos están dando en La Atunara".
¿Qué esconde el 'New Flame'?
¿Qué ha sucedido con la chatarra que el New Flame porta en su interior? El Gobierno de Gibraltar sostiene que no se ha producido ningún vertido y la Capitanía Marítima del puerto de Algeciras asegura también que no tiene constancia de que se haya desprendido chatarra. "Pero es cierto que no tenemos capacidad para obtener una información concreta del contenido de la carga del buque porque no se permitió el acceso de los técnicos españoles a su interior", advierten estas fuentes.
La pelota está en el tejado del Ejecutivo gibraltareño, que espera la respuesta de la aseguradora del barco para intentar recuperar lo que queda del mismo. Una operación que, según indicaron los expertos que dirigen el rescate, podría durar unos tres meses. Demasiado tiempo, según los ecologistas y las Administraciones españolas, que afirman que hay 42.000 toneladas de chatarra en el fondo del mar.
Estos restos están compuestos principalmente por tubos de escape y baterías, aunque la verdad es que nadie, excepto la empresa americana propietaria de los mismos, sabe qué tipo de chatarra viaja en el New Flame.
Los grupos ecologistas, como Verdemar-Ecologistas en Acción, son los únicos que se aventuran a predecir qué puede suceder en el caladero de La Atunara, la zona costera comprendida entre Gibraltar y Estepona (Málaga), si hay restos de la chatarra del New Flame en el fondo marino. Según su portavoz, Antonio Muñoz, los primeros afectados serán "los mejillones de las plataformas que tan buenos resultados tanto económicos como productivos están dando en La Atunara".
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