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Sunday, December 23, 2007

Guía para disfrutar de una Navidad 'verde'

El Mundo. Domingo 23 de diciembre de 2007

Guía para disfrutar de una Navidad 'verde'

Elaboran una lista de recomendaciones para disfrutar sin dañar el medio ambiente

ROSA M. TRISTÁN
MADRID.- La Navidad con sabor a mazapán se ha convertido, a lo largo del siglo pasado, en la fiesta del derroche. Regalos, exceso de comida, adornos superfluos, luces y otras muchas tradiciones son el espejo de una sociedad consumista que se olvida del planeta. Un dato: este año, de media, cada español gastará 954 euros en estas fechas.
Las organizaciones de consumidores y ecologistas, como todos los años, han editado guías de sencillos consejos para vivir una Navidad más solidaria y ecológica, sin prescindir de lo más importante.

Árboles y acebos. Cada año, dos millones de abetos navideños de viveros acaban en la basura, recuerdan en Ecologistas en Acción . También el musgo, el acebo y el muérdago se recogen abusivamente e incluso pueden desaparecer. ¿Alternativas? Adornar el árbol de la comunidad de vecinos o colocar uno de papel reciclado o procedente de podas. También se pueden utilizar especies mediterráneas (como sabinas y madroños)que se pueden replantar. Y si hay antojo de acebo, comprarlo en viveros sostenibles, como El Acebarillo (www.elacebarillo.com), también de podas.

Los adornos. No es necesario comprarlos todos los años. Lo mejor es reutilizar los de ediciones anteriores y aún es mejor si evitamos los de plástico y buscamos de materiales ecológicos. Greenpeace recuerda lo dañinos que son los sprays de nieve artificial o similares.

Luces.Los datos son muy indicativos: sólo las luces navideñas en las calles de Madrid producen 100.000 toneladas de CO2, según Greenpeace. Solución:la mejor es no ponerlas o, en todo caso, que sean de bajo consumo. Es importante, también, encenderlas sólo en fechas señaladas.

La comida. Ecologistas en Acción estima que hasta un 40% de los alimentos acaban en la basura en estas fechas por su aspecto o porque se compra de más. Por ello lo más importante es moderar el consumo, pero también lo es adquirir productos locales sostenibles, a ser posible de granjas biológicas. Controlar que los alimentos no sean transgénicos, que sean de la temporada y evitar los precocinados son otros de las recomendaciones. Se lograrán una navidades más sanas y menos contaminantes.

Envases. Para terminar el año, las uvas en racimos que en cajas de plástico. Cada año, un español utiliza una media de 238 bolsas que no son biodegradables, y en estas fechas aumenta. Consejo: rechace todas las que pueda y utilice las de tela. También rechace las latas y procure valorar el coste del envoltorio respecto al contenido. A veces se paga más por lo primero, que acaba en la basura.

Regalos. Muchos se pueden reciclar de los que hay en casa. También es buena idea hacer un trueque navideño o hacerlos artesanalmente. Si se compran, mejor en una tienda de comercio justo, de ONG o ecológicos. Importante es que los productos no tengan sustancias químicas contaminantes y, si son ropas, que sean de fibras naturales y ecológicas. Regalar cultura (entradas, suscripciones, libros, etcétera) es otra alternativa que suele tener éxito. Si el regalo es una cesta, tendrá valor añadidos si los productos son locales y de temporada.

Juguetes. No por ecológico, pero sí por responsable, es importante no incluir juguetes bélicos o sexistas. Lo mejor es buscar juegos que estimulen la creatividad, sin pilas (o sean recargables) y de materiales naturales. Pero sobre todo, que la elección no esté dirigida por el bombardeo publicitario. Y si se evitan las grandes superficies, mejor.

Reciclaje. En Navidad, la basura se duplica y un 80% no es orgánica. Es importante seleccionar los residuos e intentar reutilizar en casa papeles de regalo e incluso tarjetas de felicitación (aunque es más ecológico un SMS o un e-mail). Si las botellas son retornables, mejor.
Energía. El mejor ahorro de energía es utilizar el transporte público para salir de casa en Navidades, ya sea de ocio o de compras. También se puede bajar la calefacción, sobre todo en reuniones familiares.