NACIONAL
Jueves 25 de octubre de 2007
Comunicado de Unión Progreso y Democracia sobre la reunión con Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía
UPyD irá en solitario a las próximas Elecciones Generales
25 de octubre de 2007
El pasado 18 de octubre, Unión Progreso y Democracia conoció a través de la prensa la propuesta de Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía para acudir coaligados con nosotros a las próximas elecciones generales. También conocimos por el mismo procedimiento la invitación formal para celebrar una primera reunión entre ambos partidos. No es habitual que un partido se entere a través de los medios de comunicación de planes que le conciernen directamente; tampoco que los órganos de otro partido presenten públicamente como una oferta generosa el lugar de las listas que podrían ocupar nuestros dirigentes. Son formas de trabajar que no compartimos, porque para nosotros regenerar la política significa, también, cuidar las formas de hacerla y tratar a los otros partidos con el máximo respeto. Tras la reunión mantenida con la Comisión designada por los órganos de dirección de Ciudadanos en la que hemos expuesto nuestro criterio al respecto, queremos informar a la opinión pública de nuestra respuesta a la oferta de coalición electoral y presencia en posibles listas conjuntas que nos ha sido formulada por Ciudadanos.
UPyD se constituyó desde el principio como un partido nacional y transversal con un programa básico –reforma de la Constitución, reforma de la Ley Electoral, regeneración democrática- porque pensábamos, y lo seguimos pensando, que no había ningún partido con esas características y que España necesitaba un nuevo partido que defendiera el Estado común. Obviamente, si hubiésemos pensado que Ciudadanos desempeñaba ese papel, nos habríamos integrado en él sin proponer la fundación de otro partido, ni discutir con ellos sobre listas o programas.
Ciudadanos es un partido que desde el principio tuvo, y tiene, toda nuestra simpatía, tanto que muchos miembros de UPyD contribuyeron decisivamente a su fundación o apoyaron públicamente su aparición. Ahora bien, Ciudadanos nació en respuesta a condiciones específicas de la política catalana, en concreto como alternativa al nacionalismo catalán. Ha encontrado mucha y merecida simpatía en el resto de España, pero pensamos que a día de hoy sigue siendo un partido que responde a las peculiaridades de la política catalana.
Hay varias diferencias importantes entre C’s y UPyD que conviene tener en cuenta a la hora de entender si es conveniente para nuestro proyecto político acudir a las elecciones en coalición con otros, y en concreto con C´s. A este respecto, queremos dejar muy claro que lo único que nos importa es el refrendo ciudadano de nuestro programa completo, de manera que no entendemos las invitaciones a negociar cesiones o intercambios de porcentajes de programa. En el caso de las listas electorales también pensamos que lo único fundamental es encontrar las personas más adecuadas y más creíbles, entre las que forman parte de UPyD o apoyan nuestro proyecto, para que pidan el voto a favor de un programa coherente. Además, encontramos completamente inoportuno mezclar los debates políticos con asuntos que, como el reparto de puestos y listas, cualquier ciudadano puede interpretar, con razón, como un intento de reparto de posibles cargos.
Respecto al modelo de partido, UPyD ha decidido ser un partido transversal con todas las consecuencias. Ofrecemos un programa que pueden compartir personas de simpatías e inclinaciones típicas de las distintas corrientes liberales y de la izquierda democrática, o lo que es mucho más normal, con una mentalidad rica, tolerante y abierta que no demoniza ni santifica a la izquierda ni a la derecha por el mero hecho de serlo. Pensamos que lo importante es proponer y defender políticas progresistas, sin que nos importe en absoluto que alguien las considere de izquierda o de derecha, y por tanto reprobables para una mente sectaria. En cambio, C’s se definió en su último congreso como un partido de “centro-izquierda” desplazando fuera a muchos que no compartían esa identidad, opción muy respetable pero que sin duda no es la nuestra. Pensamos que la renovación de la política también reclama superar algunos clichés conservadores acerca de la identidad de los partidos según el rígido marco de izquierda y derecha excluyentes, y así hemos tratado de explicarlo en nuestro Manifiesto fundacional.
Algo parecido sucede con el carácter de partido nacional. UPyD es un partido inequívocamente nacional, que nace para defender y mejorar el orden constitucional y la igualdad de los ciudadanos ante la ley. Desde esta premisa sostenemos que en una democracia todos los ciudadanos deben cumplir todas las leyes. C’s también se define como un partido de ámbito nacional. Sin embargo las recientes declaraciones públicas de uno de sus más reconocidos miembros e inspiradores intelectuales –uno de los dos que quedan en C’s del grupo de quince impulsores de Ciutadans-, Francesc de Carreras, en el sentido de apoyar la celebración de referendos soberanistas, con el argumento de que es lo que establece la Constitución de Canadá (que como es notorio, no rige en España), sin que C’s haya reaccionado oponiéndose a cualquier tipo de consulta como las que exigen el lehendakari Ibarretxe o sus imitadores catalanes, hace que esa declaración de “partido nacional” resulte poco convincente. Defender el Estado es defender el conjunto del orden constitucional, sus símbolos y sus leyes. Relativizar la importancia de un referéndum ilegal, y por tanto antidemocrático, es un error de bulto que siempre será aprovechado por los enemigos del Estado, que son los enemigos de nuestras libertades. Asumir siquiera como posibilidad, y en función de un posible resultado favorable, la convocatoria de una consulta que ignora la soberanía nacional y que nuestro orden constitucional reserva al Gobierno de la Nación nos parece un serio desliz que confirma la distancia política entre nuestras dos formaciones.
Respecto al programa, nosotros creemos que no es suficiente defender la Constitución de 1978. Los años pasados han puesto de relieve que necesita numerosas mejoras. Por eso propondremos a los ciudadanos de España una reforma profunda de la Constitución que permita progresar a la democracia, sacándola del marasmo al que la han llevado tanto el sobrepeso del nacionalismo como las consecuencias que han tenido para la igualdad y la cohesión la distribución de competencias del actual texto constitucional. Nos proponemos revisar los techos competenciales y proponer la devolución al Estado de algunas de las competencias ahora atribuidas a las Comunidadaes Autónomas, por ejemplo la Educación. También propondremos una nueva regulación que garantice la separación de poderes, que restablezca la garantía de las libertades individuales y de la igualdad frente a los supuestos derechos históricos y colectivos, y otros problemas que sería largo enumerar aquí. Del mismo modo, nos comprometemos a impulsar una reforma de la Ley Electoral que permita una representación más proporcional de las opciones políticas españolas y lleve a sus justos términos la representación de los nacionalismos separatistas.
En resumen, no creemos que problemas tan graves como los que afectan a la democracia española puedan resolverse con declaraciones generales de intenciones o negociando con otro partido tal o cual porcentaje del programa para llegar a una síntesis neutra entre diversos intereses que no se explicitan. Estamos convencidos de que un programa político y electoral debe ser coherente y posible de realizar, un verdadero contrato de reformas ofrecido a la ciudadanía; y también que algo así sólo puede hacerlo, con cierta verosimilitud y posibilidad de éxito, un partido creado expresamente para hacer esa política, y no una coalición de partidos de distinto peso y carácter que pueda aparecer ante la ciudadanía como un contrato de intereses meramente electorales. Es precisamente nuestro deseo de claridad con la ciudadanía, de contribuir a extender otra forma de hacer política, de ofrecerles un pacto a cada uno de ellos y no a ningún grupo político antes de pasar por las urnas, lo que nos lleva a formar un partido nuevo.
Por las razones expuestas entendemos que no sería políticamente responsable ni coherente con nuestra posición política y con el origen de nuestro partido ir en coalición con otro partido político en las próximas elecciones. UPyD irá a las próximas elecciones en solitario, defendiendo nuestro programa y ofreciendo un pacto sobre él a los ciudadanos de toda España. Haremos una oferta política muy nítida y comprometida, y en marzo será la ciudadanía española la que deba demostrar en las urnas si merece su apoyo. Una coalición abigarrada en base a la negociación de listas de candidatos y programas no mejoraría la oferta, sino que la hará menos creíble como proyecto de regeneración de la democracia. Somos dos partidos diferentes. Desde el respeto a esa diferencia y pensando sólo en el interés de los ciudadanos españoles, estamos seguros que será posible definir tras las Elecciones Generales el ámbito de colaboración entre ambos partidos políticos, buscando únicamente la mejor defensa de los principios y valores que cada cual representa.
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