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Sunday, October 07, 2007

"Cada juez de Marbella hace el trabajo que en otras ciudades asumen tres"


Diario Málaga Hoy. Domingo 7 de octubre de 2007

"Cada juez de Marbella hace el trabajo que en otras ciudades asumen tres"

02:53 Balcón de notables por Esperanza Codina
Es aficionado a la bicicleta, a la música clásica, a la jardinería y a pasear con sus dos perros. Francisco Arroyo Fiestas (Jaén, 1956) preside la Audiencia Provincial de Málaga desde hace cinco años y espera hacerlo durante otros tantos si así lo decide el Consejo General del Poder Judicial. Es un juez cercano, atiende con amabilidad. Está leyendo un libro sobre espías y es un gran conocedor de las mafias asentadas en la Costa del Sol.

-¿Echará de menos las vistas al mar cuando se traslade a la Ciudad de la Justicia?
-Mi despacho estará orientado al noroeste, no voy a tener vistas ningunas. Con la Ciudad de la Justicia ganamos en espacio, en tecnología, en espacios comunes. Hay un salón de actos, restaurante y cafetería, que ahora no tenemos. La pérdida puede ser que pasamos de un edificio noble, el Miramar, a uno de oficinas, pero el espacio, con 70.000 metros cuadrados, es impresionante. Es más que suficiente para las necesidades actuales y las de los próximos años. Destaco el salón de actos porque una de mis pretensiones es que la Ciudad de la Justicia se abra a Málaga, con exposiciones o actividades culturales, por ejemplo. También me planteo unas jornadas de puertas abiertas para mostrar a los ciudadanos el edificio. Nosotros estamos al servicio de la población.

-¿El traslado supondrá un cambio profundo o será un lavado de cara, una falsa modernización de la Justicia?
-El edificio no arreglará la Justicia de Málaga, eso sólo lo pueden hacer más órganos judiciales. Vamos a trabajar con más medios, pero en la provincia hay un déficit de 20 juzgados. Poco a poco se va solucionando, pero lentamente. Es cierto que para crear nuevos órganos judiciales se tiene en cuenta si hay espacio o no para ubicarlos y ahora, con el nuevo edificio, la Junta y el Ministerio lo tendrán más fácil para adecuar una planta judicial acorde a las necesidades de Málaga. Ya no hay excusas.

-¿Sería bueno optar por juzgados especializados aunque se abran menos sedes?
-Tenemos juzgados especializados en muchas materias y ahora, en toda España, se empieza a abrir el debate de si son necesarios juzgados de delitos económicos. En otros países existen. Málaga los necesita, juzgados que conozcan delitos en materia societaria, de Urbanismo, de blanqueo de capitales. Se necesitarían juzgados de instrucción, penales y secciones de la Audiencia. Ésta ha sido una de las conclusiones de la reciente reunión anual de presidentes de audiencias provinciales de España. Los delitos contra la ordenación del territorio son muy complejos y requieren de una preparación específica, tanto de jueces como de fiscales. El Ministerio Público en este terreno nos gana, está mucho más especializado con Anticorrupción y Medio Ambiente y eso aún no ha tenido una respuesta dentro de los órganos judiciales. En Francia los hay y para acceder a esos juzgados, por ejemplo, tienen preferencia jueces con doble titulación en Derecho y Economía, es decir, no sólo se accede por antigüedad, sino por preparación. En Málaga, los delitos económicos y urbanísticos son la prioridad.

-¿Se ha tomado alguna medida para afrontar ese auge de los delitos económicos?
-El CGPJ ha hecho un esfuerzo con cursos para preparar a los jueces. Málaga ha sido la provincia con más representantes, con 14. Se trata de formar a un grupo que, a su vez, asesore al resto de jueces. Ha sido una experiencia muy interesante en la que han participado inspectores de Hacienda, catedráticos en Derecho Penal o magistrados del Supremo. El Banco de España tiene un servicio jurídico de represión del blanqueo de capitales con auditorías muy fuertes a bancos y cajas de ahorro. Hay que seguir avanzando. Las mafias y el blanqueo son dos vectores del mismo problema. La delincuencia organizada ha tenido infiltraciones dentro de la Administración local y ha provocado un Urbanismo desbordado en la costa occidental. Es necesario que el planeamiento urbanístico no sólo se centre en los ayuntamientos, las comunidades autónomas deben velar y controlarlo más, y es necesario acabar con los convenios que han llevado a recalificaciones salvajes. Es un problema de financiación y para acabar con esos convenios, los ayuntamientos deberían tener una vía presupuestaria o tributaria que les permitiera tener una capacidad económica suficiente.

-¿La Costa del Sol debe resignarse y acostumbrarse a la presencia de las mafias?
-Pienso que no. La delincuencia organizada es una tela de araña que se va extendiendo y acumulando cuotas de poder, y lo hará donde le dejemos. Se extenderá hacia la política, la Policía, la judicatura... Va a existir siempre, no podemos ser ingenuos, pero sí que tenemos la obligación de ser utópicos. No podemos cerrar los ojos, tenemos grandes colonias de delincuencia de cuello blanco en la zona occidental de la provincia, y hay que luchar contra esas mafias, porque si no, ellas van a acabar con nosotros.

-Hay gente que cree que la Justicia es lenta, cara y mala. ¿Lo es?
-No es cara porque prácticamente no existen tasas, están los gastos de los profesionales. Es cierto que es lenta. Hay un procedimiento, unos plazos, que a veces se cumplen y otras no. Las asignaturas pendientes son las áreas civil y de lo contencioso-administrativo. En ésta última, a lo mejor ha habido menos esfuerzo económico porque es la que controla a la Administración y en algún momento ha podido no interesar que funcione bien. Tampoco se ha invertido mucho en el ámbito civil porque, sencillamente, eran conflictos entre particulares. En 2000 se evaluó que Málaga necesitaba cinco nuevos juzgados civiles y hasta el momento no se ha creado ninguno. Lo del área de lo contencioso-administrativo, en el caso de la provincia de Málaga, ha sido un error gravísimo, porque muchos procedimientos penales en materia de Urbanismo han estado paralizados hasta que la Sala ha dicho qué plan estaba vigente en Marbella. Tanto los juzgados como la Sala tienen medios insuficientes y desarrollan una labor importante.

-¿Y penal cómo está?
-El TSJA nos ha prometido que en 2008 se crearán nuevos juzgados civiles y una sección de penal más. En este ámbito, Málaga tiene una carga de trabajo impresionante, muy superior al de otras provincias y con asuntos más complejos. Casos como Malaya o Ballena Blanca pueden durar en un tribunal más de un año y hay que evitar que esa Sala se quede paralizada. Hay que hacer un esfuerzo económico tremendo. Tenemos dos puntos negros próximos al colapso, Marbella y Estepona, que no pueden seguir ni un día más con el déficit de juzgados que tienen. Vélez-Málaga también requiere de un esfuerzo, incluidos los funcionarios. Son destinos alejados de la capital, poco atractivos. Los concursos de traslado se quedan vacantes con frecuencia y no se dotan de interinos con la rapidez que sería necesaria. A veces, esto provoca cansancio, agotamiento y desánimo a los funcionarios. Me gustaría rendirles un homenaje, sobre todo a los que trabajan en la costa, tienen una dedicación y una vocación de servicio impresionantes. Y el esfuerzo no se ve.

-Le ha tocado organizar el juicio del caso Malaya. ¿Le preocupa el efecto mediático?
-Será un asunto más, aunque mucho más complejo, y nuestros instrumentos serán el Código Penal y la Ley de Enjuiciamiento Criminal. No trabajamos para la prensa, sino para que se aplique la ley, pero somos conscientes de que el caso es noticiable y trasciende la provincia de Málaga, incluso el ámbito nacional. Tanto, que hay una frase que debería preocuparnos. Fue de Vladimir Putin, cuando dijo que los estados de la Unión Europea no podían darle ejemplo de Estado de Derecho, de ética o de valores cuando en la Costa del Sol había tantos procesos por corrupción. En España, el juicio de mayor gravedad ha sido el del 11-M, pero no ha habido ninguno con tantos acusados como Malaya. Será necesario liberar al ponente durante varios meses para que estudie el asunto a conciencia y para la sentencia. También habrá que crear una sección paralela para que continúe con los asuntos diarios, y se tendrá que reforzar el número de funcionarios y secretarios judiciales. En su momento se estudiará si cabemos o no en la Ciudad de la Justicia, aunque lo veo difícil.

-Tiene experiencia en los juicios mediáticos porque estaba en el tribunal que juzgó a los secuestradores de Melody Nakachian. ¿Cómo recuerda esa vista?
-Tuve una relación muy estrecha con los otros dos magistrados de la Sala, formamos un equipo muy cohesionado. El contacto con los abogados, en principio muy tenso, terminó siendo muy respetuoso y como la vista se prolongó durante meses, también hubo relación con los acusados. Fue un juicio muy complicado, se desarrolló con un dispositivo de seguridad impresionante que nunca había visto y que no he vuelto a ver. Los acusados eran personas catalogadas como muy peligrosas, algunos de ellos pertenecían a la mafia marsellesa. Es curioso, porque el que fue condenado a la mayor pena siguió felicitándonos la Navidad durante cinco o seis años con un christmas. También emprendió estudios de Derecho a distancia y cada vez que aprobaba una asignatura me enviaba el certificado de estudios en una carta muy cariñosa.

-¿Cree que existen los jueces estrella?
-Hay asuntos que convierten a los jueces en protagonistas de la prensa aunque ellos no quieran. Hasta hace poco, el juez era muy hostil a la prensa, aunque eso ha cambiado mucho.

-¿Y cree que el juez Miguel Ángel Torres lo es?
-Es un juez enormemente discreto, más bien tímido y una persona que no ha pretendido ser protagonista. Le tocó llevar este asunto en turno de reparto y lo ha hecho con esfuerzo y sacrificio. Se podría haber ido a Granada, ninguna autoridad judicial podría haberle dicho nada, y decidió seguir en Marbella. Estoy orgulloso del juez Torres, hay muchos como él en España, con vocación y capacidad de servicio. Ha marcado un antes y un después y una línea de trabajo muy importante que se seguirá en el futuro. Hubo otro juez Torres, Santiago Torres, y quiero romper una lanza por los compañeros que están en Marbella. Cada uno de ellos hace el trabajo que en otros puntos de España asumen tres jueces. También pasa en Estepona y es bueno que se sepa.