El Mundo. Lunes 9 de julio de 2007
La sobrepesca, la contaminación y el cambio climático hacen mella en el Mediterráneo
OLALLA CERNUDA (Enviada especial)
SAGUNTO (VALENCIA).- El Mediterráneo es uno de los ecosistemas marinos más bellos y ricos del mundo, pero su situación actual es insostenible. Contaminación, urbanismo descontrolado, sobrepesca y los efectos del cambio climático hacen mella día a día en las cálidas aguas que bañan buena parte de España, mientras los gobiernos parecen poco dispuestos a remediar la situación.
En las aguas del Mediterráneo habitan más de 10.000 especies, lo que supone entre el 8 y el 9% de la biodiversidad marina mundial, a pesar de que ocupa sólo el 0,7% de la superficie marina total del planeta. En las aguas del Mediterráneo hay especies que sólo nadan allí –al menos una de cada cuatro son únicas de la zona- y muchas de ellas, como las focas monje, las tortugas marinas o los delfines, entre otras corren serio peligro de desaparecer.
Y es que, según denuncia la organización, los signos del malestar que sufre el Mediterráneo son "evidentes". El turismo mal gestionado, el incremento imparable de la población, la pesca excesiva, el uso de técnicas de pesca destructivas, la acuicultura, la contaminación, la introducción de especies invasoras, la construcción de gaseoductos y oleoductos, el dragado de fondos o el cambio climático son sólo algunos de los mayores daños.
Desde hace siglos, el hombre ha convertido este mar en uno de los principales motores económicos y sociales de su vida, pero el coste está siendo altísimo, especialmente en los últimos años. Actualmente, en las costas mediterráneas hay 305 puertos (uno por cada 105 kilómetros de costa), 200.000 barcos hacen operaciones comerciales en esta agua y se vierten al mar unas 100.000 toneladas de crudo de forma deliberada debido a las actividades de los barcos.
Pero no sólo Greenpeace advierte de esta desesperada situación. Según la FAO, el 85% de los recursos pesqueros del Mediterráneo ya han sido explotados, de los que el 20% están agotados y el 15% sobreexplotados, y en los últimos 20 años la cantidad de atunes rojos que nadan por el Mediterráneo ha descendido un 80%.
Todas estas son cifras que, para Greenpeace, no pueden seguir así. Para intentar poner remedio, la organización ha puesto en marcha la campaña 'Recuperemos el Mediterráneo', que pretende no sólo dar a conocer las amenazas que soporta diariamente este mar, sino también animar a la creación de una red de reservas marinas en el Mediterráneo español, equivalentes a los Parques Naturales en tierra, cerradas a todos los usos extractivos, así como a actividades de vertido.
La organización quiere conseguir que estas reservas, que estarían protegidas de los impactos humanos pero que podrían abrirse parcialmente a las pesquerías de menor escala, abarquen el 40% del Mar. Y para ayudar a concienciar a gobiernos, instituciones y ciudadanos de la vital importancia de estas actuaciones, nada mejor que traer a la mejor arma de la organización ecologista, el ‘guerrero del arco iris’.
La campaña arranca desde el buque 'Rainbow Warrior', anclado en el puerto de Sagunto y que esta misma tarde pondrá rumbo a otros lugares del litoral mediterráneo español fuertemente afectados por diversos problemas medioambientales. El barco, que navega los 365 días del año para defender el medioambiente y luchar contra las agresiones del planeta, se centra ahora en nuestra costa, donde es más urgente que nunca poner freno a la actividad humana para que el Mediterráneo, nuestro pequeño 'mar de mares', lo puedan seguir disfrutando las generaciones venideras.
SAGUNTO (VALENCIA).- El Mediterráneo es uno de los ecosistemas marinos más bellos y ricos del mundo, pero su situación actual es insostenible. Contaminación, urbanismo descontrolado, sobrepesca y los efectos del cambio climático hacen mella día a día en las cálidas aguas que bañan buena parte de España, mientras los gobiernos parecen poco dispuestos a remediar la situación.
En las aguas del Mediterráneo habitan más de 10.000 especies, lo que supone entre el 8 y el 9% de la biodiversidad marina mundial, a pesar de que ocupa sólo el 0,7% de la superficie marina total del planeta. En las aguas del Mediterráneo hay especies que sólo nadan allí –al menos una de cada cuatro son únicas de la zona- y muchas de ellas, como las focas monje, las tortugas marinas o los delfines, entre otras corren serio peligro de desaparecer.
Y es que, según denuncia la organización, los signos del malestar que sufre el Mediterráneo son "evidentes". El turismo mal gestionado, el incremento imparable de la población, la pesca excesiva, el uso de técnicas de pesca destructivas, la acuicultura, la contaminación, la introducción de especies invasoras, la construcción de gaseoductos y oleoductos, el dragado de fondos o el cambio climático son sólo algunos de los mayores daños.
Desde hace siglos, el hombre ha convertido este mar en uno de los principales motores económicos y sociales de su vida, pero el coste está siendo altísimo, especialmente en los últimos años. Actualmente, en las costas mediterráneas hay 305 puertos (uno por cada 105 kilómetros de costa), 200.000 barcos hacen operaciones comerciales en esta agua y se vierten al mar unas 100.000 toneladas de crudo de forma deliberada debido a las actividades de los barcos.
Pero no sólo Greenpeace advierte de esta desesperada situación. Según la FAO, el 85% de los recursos pesqueros del Mediterráneo ya han sido explotados, de los que el 20% están agotados y el 15% sobreexplotados, y en los últimos 20 años la cantidad de atunes rojos que nadan por el Mediterráneo ha descendido un 80%.
Todas estas son cifras que, para Greenpeace, no pueden seguir así. Para intentar poner remedio, la organización ha puesto en marcha la campaña 'Recuperemos el Mediterráneo', que pretende no sólo dar a conocer las amenazas que soporta diariamente este mar, sino también animar a la creación de una red de reservas marinas en el Mediterráneo español, equivalentes a los Parques Naturales en tierra, cerradas a todos los usos extractivos, así como a actividades de vertido.
La organización quiere conseguir que estas reservas, que estarían protegidas de los impactos humanos pero que podrían abrirse parcialmente a las pesquerías de menor escala, abarquen el 40% del Mar. Y para ayudar a concienciar a gobiernos, instituciones y ciudadanos de la vital importancia de estas actuaciones, nada mejor que traer a la mejor arma de la organización ecologista, el ‘guerrero del arco iris’.
La campaña arranca desde el buque 'Rainbow Warrior', anclado en el puerto de Sagunto y que esta misma tarde pondrá rumbo a otros lugares del litoral mediterráneo español fuertemente afectados por diversos problemas medioambientales. El barco, que navega los 365 días del año para defender el medioambiente y luchar contra las agresiones del planeta, se centra ahora en nuestra costa, donde es más urgente que nunca poner freno a la actividad humana para que el Mediterráneo, nuestro pequeño 'mar de mares', lo puedan seguir disfrutando las generaciones venideras.
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