Disparidad de criterio en los sueldos
La Razón. Lunes 30 de julio de 2007
Disparidad de criterio en los sueldos
El sueldo base del alcalde de Sevilla se encuentra entre los más bajos de los primeros ediles de las capitales andaluzas, sólo por encima de la Alcaldía jienense. La disparidad de criterios en el sueldo de los regidores hace que municipios andaluces mucho más pequeños que la capital hispalense, como Mijas, Estepona o Fuengirola, tengan alcaldes con sueldos muy superiores al de Alfredo Sánchez Monteseirín, superando los 85.000 ó 90.000 euros. Estas cifras se aproximan a la asignación anual que percibe el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que asciende a los 89.303 euros anuales. Cada nuevo mandato se abre con la polémica por la subida de sueldos que algunos alcaldes establecen y que, a más de uno, le ha acarreado la dimisión, como al anterior regidor de Mijas, Agustín Moreno, que tuvo que dejar su cargo tras fijar su retribución en 126.000 euros. Todos los partidos políticos han expresado, de uno u otro modo, la conveniencia de unificar criterios, pero nadie ha osado aún ponerle el cascabel al gato.
Disparidad de criterio en los sueldos
El sueldo base del alcalde de Sevilla se encuentra entre los más bajos de los primeros ediles de las capitales andaluzas, sólo por encima de la Alcaldía jienense. La disparidad de criterios en el sueldo de los regidores hace que municipios andaluces mucho más pequeños que la capital hispalense, como Mijas, Estepona o Fuengirola, tengan alcaldes con sueldos muy superiores al de Alfredo Sánchez Monteseirín, superando los 85.000 ó 90.000 euros. Estas cifras se aproximan a la asignación anual que percibe el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que asciende a los 89.303 euros anuales. Cada nuevo mandato se abre con la polémica por la subida de sueldos que algunos alcaldes establecen y que, a más de uno, le ha acarreado la dimisión, como al anterior regidor de Mijas, Agustín Moreno, que tuvo que dejar su cargo tras fijar su retribución en 126.000 euros. Todos los partidos políticos han expresado, de uno u otro modo, la conveniencia de unificar criterios, pero nadie ha osado aún ponerle el cascabel al gato.
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