«Apostar sólo por las grandes operaciones nos alejaría del ciudadano»
«Apostar sólo por las grandes operaciones nos alejaría del ciudadano»
El número uno de la Comisaría Provincial de Málaga cumple tres años y medio en el cargo
La Opinión de Málaga. JOSE TORRES. MÁLAGA
La entrevista queda inevitablemente interrumpida por la llegada del fotógrafo. Éste saca el material y al comisario provincial de Málaga le puede la curiosidad. Pregunta por la lente, por su sensibilidad y calcula de forma precisa el precio del objetivo. Presume, porque puede, de su gran afición a la fotografía, pero lo que realmente le apasiona es su profesión, a la que siempre se refiere como «la más bonita del mundo». El año finaliza y La Opinión de Málaga le propone un balance. Juan Jesús Peñalver Olmos destaca el descenso de los delitos por tercer año consecutivo en el conjunto de municipios en los que la Policía Nacional tiene competencias. «Prevención, investigación y coordinación» se repiten en su discurso como las principales claves de estos resultados.
El año está a punto de cerrarse y los datos apuntan a una reducción de la delincuencia en la provincia y en la capital de un 2 y un 5 por ciento, respectivamente. ¿Es así?
Aún no es el momento de dar cifras, pero sí puedo decirle que esos datos a los que se refiere son aproximados y vienen a confirmar no sólo la contención, sino la disminución de delitos en según que zonas de la provincia por tercer año consecutivo. Este último dato es, sin duda, muy importante.
¿Cuáles son las zonas más beneficiadas?
Los mejores resultados se están obteniendo en la capital de la provincia, aunque estamos muy satisfechos con los datos de la Costa del Sol, sobre todo en el municipio de Estepona. En Fuengirola, Torremolinos, Benalmádena, Marbella, Ronda, Antequera los delitos se contienen, mientras que Vélez Málaga queda algo más atrás.
Apuntaba tres años consecutivos con descensos en los niveles de delincuencia. ¿A qué lo achaca?
Sobre todo al trabajo y a la profesionalidad, aunque también hay una clara apuesta a la presión sobre los delitos que resultan más cercanos al ciudadano. Aquí hablamos de dos líneas. Una preventiva a través de los agentes uniformados que tenemos trabajando diariamente en la calle, y otra de investigación y coordinación, cuyas técnicas y métodos están dando los frutos esperados.
Llama la atención el descenso del 5 por ciento en la capital. ¿Este dato procede de la gran batalla declarada al hurto?
En parte sí. En los hurtos hay que diferenciar entre los que son faltas y los que son delitos, dependiendo de la cuantía o el valor de lo sustraído. El primer caso no supone detención salvo en caso de ausencia de garantías en la identificación o domicilio del infractor. De cualquier modo, lo que más nos preocupa es que la suma de todos los hurtos suponen entre el 30 y el 35 por ciento de las infracciones que se comenten en Málaga. Y en eso estamos. Este año hemos creado un segundo Grupo de Robos que, junto a los dos de hurtos, están dando unos resultados magníficos. Estamos comprometidos, hablamos con los responsables de los centros comerciales, intentamos simplificarles al máximo el trabajo en materia de seguridad y, en definitiva, intentamos día a día estar cerca de la gente.
¿Aumenta este año el número de detenidos?
En este caso ha descendido, pero la eficacia policial ha aumentado. La investigación y la coordinación de la que hablaba antes han aportado un mayor número de casos esclarecidos.
¿En qué punto se encuentra la lucha contra el crimen organizado en la Costa del Sol?
Quisiera creer que el trabajo está dando sus frutos gracias, insisto, a las líneas de prevención e investigación. El trabajo entre las Unidades Territoriales de Inteligencia está siendo fundamental. Los diferentes grupos provinciales intensifican la colaboración y la relación con las policías británica, francesa e italiana ha evolucionado mucho. A modo de ejemplo, en los últimos años ha habido ciudadanos irlandeses que han causado problemas y hemos respondido con una mayor presión en los lugares de ocio que estos ciudadanos suelen frecuentar. Es cierto que esta acción policial no vende mucho y no es para salir en la foto, pero lo que a mí me interesa es poder afirmar que los tiroteos en la Costa del Sol se han reducido.
Este año han detenido a un importante número de fugitivos extranjeros en nuestro litoral. ¿Seguimos siendo un refugio para estos delincuentes?
La Costa del Sol cuenta con unas infraestructuras espectaculares y estamos a un paso de Marruecos y Gibraltar. Solamente el Aeropuerto de Málaga aporta un movimiento de 13 millones de viajeros al año. El control existe y nuestro trabajo, además de capturar a los malos, es hacer que los que no están localizados se sientan lo más incómodos posible en nuestro territorio. Y esto no es posible sin la coordinación policial interna y externa de la que hablaba antes.
Hay operaciones policiales que destapan modus operandi muy sofisticados. ¿Se puede hablar de la Costa del Sol como un banco de pruebas para delincuentes que importan métodos ingeniosos para conseguir sus propósitos?
Yo no lo llamaría un banco de pruebas. El litoral malagueño concentra una gran diversidad y, como destino turístico de primer nivel, atrae el lujo de visitantes rusos, árabes, británicos o italianos. Es cierto que algunos de los delincuentes que buscan ese lujo usan métodos avanzados que nos obligan a agudizar el ingenio y a la claridad de ideas. Detectamos nuevos modus operandi que canalizamos y difundimos por toda España para que el resto de policías lo conozcan, pero también nos servimos de las experiencias de nuestros compañeros en otros puntos del país. Investigación y coordinación.
¿Aumentan los delitos cometidos por menores de edad?
Ni suben ni bajan, se contienen. Pero eso no quita que exista un problema con ellos. No es la primera vez que me pronuncio sobre una de mis grandes inquietudes: la pérdida de respeto al principio de autoridad. Y no hablo sólo de la autoridad policial, sino en el ámbito de la educación, en un centro hospitalario o en el seno de una familia. La violencia sobre los mayores ha aumentado.
¿A qué cree que se debe esa pérdida de autoridad?
La seguridad no es un asunto exclusivo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de las Policías Locales. En ella deben participar todas las instituciones. La parte policial ofrece muchas dificultades. Un agente que actúa en una emergencia sobre el terreno debe decidir en una fracción de segundo a lo que se enfrenta, si debe desenfundar el arma, medir el uso de la fuerza o pedir refuerzos. El agente sabe que aquí se le exigen responsabilidades, pero hay otras cosas que no controla. Como una calle estrecha, una zona mal iluminada o una arquitectura complicada. Por supuesto, también está el tema cultural, que tiene en la violencia de género uno de sus máximos exponentes.
¿Se delinque ahora más por internet?
La Red es una herramienta muy ágil que a muchos les sirve para delinquir desde el anonimato. Pero hemos reaccionado. Contamos con grandes investigadores y participamos activamente en una campaña preventiva con centros educativos y padres de alumnos para que sepan a qué riesgos se enfrentan.
¿Cómo está la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado de la Costa del Sol?
Muy bien, gracias. (Risas)
¿Se ha recuperado la Udyco del golpe que el grupo sufrió hace unos años con la detención de algunos de sus responsables?
Se ha recuperado en un 200 por ciento. Hemos acentuado la apuesta por la lucha por el crimen organizado. Pero vuelvo a lo de antes. No todas las operaciones tienen por qué lucir en los medios de comunicación. Es muy difícil cuantificar grandes investigaciones que son largas y complejas.
La lucha contra el narcotráfico parece ceñirse más al hachís. ¿Hay menos presencia de cocaína y drogas de diseño que hace unos años en la provincia?
En Colombia abunda la cocaína y aquí el hachís. Marruecos está ahí, aunque también debo decir que hemos detectado una sensible reaparición en la venta de heroína. Insisto en que no tengo la visión de grandes operaciones. Podría apostar por actuaciones más mediáticas y alejarme del ciudadano, pero no creo que sea la solución. Cuando hay que hacerlo, yo soy el primer partidario de dar el sartenazo a las organizaciones que introducen drogas, pero creo que debemos estar más cerca del ciudadano. Y aquí hay que destacar el gran trabajo que los grupos de Estupefacientes realizan a lo largo del año en la lucha contra el tráfico de drogas a pequeña y mediana escala. Es rara la semana en la que no se producen cuatro o cinco golpes contra el menudeo, y ese trabajo acapara menos fotos o éstas son más pequeñas.
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