EL OSO, LA MONA Y EL CERDO

Artículo de opinión del alcalde, David Valadez, publicado en su blog personal.

EL OSO, LA MONA Y EL CERDO

Esta semana un buen vecino de Estepona, cuyo nombre deliberadamente quiero omitir, quiso entregarme, para una posterior reflexión, una de las fábulas literarias de Tomás de Iriarte, titulada “El oso, la mona y el cerdo”.

En esta ocasión quiero permitirme reproducir textualmente la meditación ya que, por sí sola, supone una magnífica respuesta a algunas de las muchas “cosas” que uno lee en algunos “sitios”.

Dice el texto así:
Un oso, con que la vida
se ganaba un piamontés,
la no muy bien aprendida
danza ensayaba en dos pies.

Queriendo hacer de persona,
dijo a una mona: «¿Qué tal?»
Era perita la mona,
y respondióle: «Muy mal».

«Yo creo», replicó el oso,
«que me haces poco favor.
Pues ¿qué?, ¿mi aire no es garboso?
¿no hago el paso con primor?».

Estaba el cerdo presente,
y dijo: «¡Bravo! ¡Bien va!
Bailarín más excelente
no se ha visto, ni verá!».

Echó el oso, al oír esto,
sus cuentas allá entre sí,
y con ademán modesto
hubo de exclamar así:

«Cuando me desaprobaba
la mona, llegué a dudar;
mas ya que el cerdo me alaba,
muy mal debo de bailar».

Guarde para su regalo
esta sentencia el autor:
si el sabio no aprueba, ¡malo!
si el necio aplaude, ¡peor!

Conclusión: Bailamos bien.