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Friday, January 02, 2009

ESTEPONA


ESTEPONA
“No tengo intención de morirme ni de dimitir”

Estepona Información. Un año que se estrena y muchos retos por delante, especialmente el de poder gobernar con sólo nueve de los veinticinco concejales del Ayuntamiento. Además se enfrenta a una buena parte de la opinión pública alineada con la disolución de la Corporación y con el recuerdo, siempre presente en la vida local, de la operación ‘Astapa’.

— Cuando se comió las uvas de 2008 no imaginaría que las de 2009 se las iba a comer en estas circunstancias
—En modo alguno. Estoy convencido que el año 2008 pasará a los anales de la historia de Estepona como un año en el que se han producido muchas actuaciones que no estaban en el guión de nadie y que son las que han hecho posible que yo, en estos momentos, me encuentre asumiendo la responsabilidad que ostento como alcalde de Estepona. En ningún caso, de ninguna de las maneras, nadie podía prever que las cosas iban a trascurrir de la forma que lo ha hecho.
— ¿A qué le suena Astapa?
— Analizándolo con cierta perspectiva, hay que ser objetivo. Yo creo que hay determinadas circunstancias en la vida en las que uno tiene que dejar su apetencia, su deseo, sus filias y fobias, para pasar a tener una visión de conjunto, más global. La operación Astapa es un punto de inflexión y tiene que suponer que las cosas en la gestión pública tienen que llevarse de una manera totalmente distinta a como se había n estado haciendo en este Ayuntamiento.
— De usted se piensa que, de manera directa o indirecta, ha tenido que ver con esta operación
—Incluso me han preguntado si he sido yo el que ha tirado de la manta, pero en mi modesta opinión no creo que sea relevante quién o quienes hayan podido tirar de la manta, sino que escondía esa manta y es ahí donde se deben centrar los focos, no solo los mediáticos sino también los de la opinión pública. Aquí se han producido determinados hechos y hay determinadas personas que, desgraciadamente, se han visto privadas de libertad y uno, a veces, contempla la realidad con cierto escepticismo. ¿Hay alguien en su sano juicio que crea que David Valadez o que cualquier otra persona tiene semejante poder como para meter a alguien en prisión? Hemos perdido los papeles en las valoraciones políticas, aquí pueden haber existido denuncias, pero lo que es cierto es que el Ministerio Fiscal, es el que se encarga de hacer los pronunciamientos y es una jueza la que se encarga de dictaminar las medidas cautelares que se adoptan. Lo demás es tratar de confundir a la opinión pública. De todas maneras yo estoy convencido de que la operación Astapa, con el tiempo, determinará el papel que ha jugado cada uno y que lo importante no es quien haya podido denunciar sino que es lo que se ha denunciado y si esas denuncias tenían visos de realidad como, al parecer, se ha evidenciado a tenor de lo que ha ocurrido tras la operación
— Entiendo por sus palabras que usted sí ha hecho alguna denuncia.
—Yo he ido en muchísimas ocasiones al juzgado, en muchas, a veces cuando se ha requerido mi presencia por parte de la jueza, siempre en calidad de testigo, y otras cuando he creído conveniente poner en conocimiento de la justicia determinadas cuestiones que yo conocía, porque es mi obligación. Aquí me parece que estamos perdiendo el norte, no se puede tratar de condenar a aquellas personas que denuncian o pueden denunciar determinadas actitudes o comportamientos presuntamente irregulares. La carga de la condena pública debe caer sobre aquellas personas que hayan infringido el ordenamiento jurídico. Yo cada vez que tenga indicios de algún tipo de irregularidad, que todo el mundo tenga la certeza absoluta de que de manera inmediata lo trasladaré a los órganos que estime convenientes. No tengo ningún problema en que se judicialice la vida política.
— Usted dijo en su día que llegó a sentir miedo. ¿Lo sigue teniendo?
— Han sido muchas, no una ni dos, las denuncias que yo he puesto por insultos, coacciones, amenazas y otro tipo de acciones. Todo se sabrá en su debido momento. Precisamente, si por tratar de ser honesto, por tratar de ser honrado, por tratar de extremar la vigilancia, por tratar de sentar un antes y un después en la gestión del Ayuntamiento de Estepona, uno se siente coaccionado o amenazado, la situación no es nada agradable. Yo requiero vigilancia, tengo que ir constantemente con escolta, en contra de mi voluntad, pero hemos llegado a una situación en la que este tipo de medida se hace imprescindible.
— ¿Qué opina de los concejales imputados que mantienen su acta?
—Tengo que decir, como primera cuestión, que respeto y creo profundamente en la presunción de inocencia y además creo que es injusto que se generalice la figura del imputado en la Corporación municipal de Estepona porque, por fortuna, no todos son iguales. Estoy absolutamente convencido de que hay personas que se han visto imputadas en el marco de la operación Astapa que son totalmente inocentes, que por supuesto no se han enriquecido en modo alguno, en concreto me estoy refiriendo a concejalas que están en estos momentos en el pleno de la Corporación, con nombres y apellidos y ellas saben perfectamente quienes son. Pero dicho esto considero que uno puede demostrar perfectamente su inocencia sin necesidad de seguir ostentando el acta de concejal.
— ¿No se contradice eso con la su convencimiento sobre la presunción de inocencia?
— Nada de eso, confío plenamente en ese principio de presunción y también digo que ninguna de las personas imputadas tiene por qué ser culpable.
— ¿Y su participación activa, incluso como portavoz, de la etapa de gobierno que, al parecer, se está investigando?
— Las hemerotecas están ahí para que todo el mundo recuerde qué papel ha desempeñado cada uno en esas etapas. A modo de recuerdo el hecho de que yo fuese portavoz de mi partido cuando se gobernaba con el Partido Estepona no significó que renunciase en ningún momento a dar mi punto de vista. Precisamente en Estival Televisión tuve un 'cara a cara' con José Ignacio Crespo en el que quedó claro que teníamos planteamientos muy distintos de lo que debe de ser la política y donde planteé una serie de cuestiones que el tiempo se ha encargado de confirmar esas sospechas que hice, por ejemplo, respecto a la financiación de los partidos políticos. En aquel tiempo planteé una serie de incógnitas que no eran consecuencia del azar, sino de lo que uno ve, oye y tiene capacidad de actuar.
— Pero usted también levantaba la mano y defendía los asuntos en las sesiones plenarias
—Las decisiones que se llevan a pleno van acompañadas de los informes técnicos. Por ejemplo, todos los convenios urbanísticos que se han firmado han ido acompañados de los informes técnicos y jurídicos. Distinto es lo que se haya podido negociar detrás de esos convenios y yo, desde mi condición de concejal de Bienestar Social, con muy pocos, por no decir ningún promotor, me he podido reunir a lo largo de estos últimos cinco años. El hecho de que un asunto vaya a pleno y lo apoyes con tu voto no significa que haya participado en la gestación de aquello que se investiga.
— Entrando en política local ¿Muy mal tiene que estar como para pedir apoyo a sus antagonistas políticos?
—Mis relaciones con los concejales del Partido Popular son muy buenas. Por ello, en estos momentos, y como consecuencia de cómo están las cosas, se hace necesaria su presencia. Hay cuestiones que se deben poner sobre la mesa y que necesitan del apoyo del Partido Popular como son el plan de saneamiento, el acuerdo regulador del personal funcionario, negociación del convenio colectivo del personal laboral y de las empresas municipales, adaptación del PGOU, la revisión de ese PGOU,… Ese ofrecimiento se ha hecho de manera pública desde mi partido aunque desde el PP, en todos sus niveles se ha rechazado. De todas maneras yo seguiré buscando su apoyo en los asuntos importantes y como ejemplo basta poner que gracias a su voto responsable se ha podido aprobar la adaptación del PGOU a la LOUA o el convenio con la familia real saudí
— ¿Cuando no le apoyen será un voto, entonces, irresponsable?
— No es así, por ejemplo, si se plantea un convenio como el de la familia real saudí, y no se apoya simplemente por creer que se puede sacar un rédito político, eso sí que hubiese sido un voto irresponsable. Desde luego lo que no pido, porque sería totalmente absurdo, es que desde la oposición se apruebe todo lo que plantee el gobierno. Lo que la ciudad necesita es una oposición seria, que apoye lo que considere que es bueno y critique lo que entienda que es malo y, a la vez, plantee su alternativa, pero siempre pensando en el beneficio para la ciudad y con el ánimo de arrimar el hombro para que los grandes asuntos puedan ser desbloqueados en sesión plenaria.
— El Consejo de Administración de la empresa que gestiona la radio y televisión pública fue cesado ¿Cómo lo valora?
— Me interesaría que algún representante del Partido Popular de Estepona explicase por qué tienen un interés desmedido por controlar los medios de comunicación públicos, posiblemente porque esté añorando viejos tiempos. ¿Por qué se quiere tener un control férreo del consejo de administración de la empresa de Promoción y Comunicación y no de la empresa Servicios y Desarrollos que es donde se encuentra el grueso de la plantilla de los trabajadores de este Ayuntamiento? ¿No interesa solventar los muchos problemas que tiene la ciudad y sí nos preocupamos por aparecer guapos en la radio y televisión municipal?
— Habla usted de ofrecimientos y hace unos días José Ignacio Crespo comentaba como él ha le ha tendido la mano y que sólo ha recibido por respuesta el silencio
—Sí, y va a seguir recibiendo el silencio. El hecho de que yo esté dispuesto a negociar determinadas cuestiones no quiere decir que esté dispuesto a sentarme con todo el mundo. Yo eso lo tengo muy claro. Me encuentro en un gobierno en minoría pero con unos principios muy claros, clarísimos. Yo requeriré el apoyo de la Corporación cada vez que se plantee esa necesidad, pero la posible negociación de los asuntos se hará con aquellas personas que, bajo mi punto de vista y el del equipo de gobierno, están dotadas de legitimidad y credibilidad suficiente como para remen en la buena dirección, y creo que soy suficientemente claro.
— ¿Se pueden aguantar así dos año y medio más?
—Yo estoy dispuesto a aguantar no sólo dos años y medio sino lo que se tercie. Por convencimiento. Soy consciente de que a muchas personas les encantaría que yo no tuviese capacidad suficiente como para aguantar este trance, que no sólo dimitiese sino que desapareciese de la faz de la tierra, y lo siento por ellos porque sí le digo que no tengo intención de morirme ni de dimitir.
— ¿Habrá oído que si usted renuncia el PSOE podría tener de nuevo cinco actas más?
—Se escuchan muchas cosas. Si no se quiere que yo sea alcalde es tan fácil como poner una moción de censura, hay nueve personas en el gobierno y dieciséis en la oposición, les sobran concejales.
— Sabe que eso es imposible
— No es así, las matemáticas son las que son.
— Una buena parte de la ciudadanía apuesta por la disolución porque esta Corporación no tiene nada que ver con la que se eligió en las últimas municipales.
— Es una opción que tiene su dosis de razón, y no sólo porque el gobierno municipal no se parece en nada al resultante de las municipales, sino porque además hay ocho concejales imputados de los que, alguno de ellos, acaba de abandonar la prisión después de haber permanecido en ella durante seis meses porque se les imputan delitos, muy importantes, en el desempeño de sus cargos públicos. Pero no deja de ser menos cierto que estamos en un estado democrático, en una Corporación salida de unas elecciones, de la que diecisiete de sus veinticinco concejales no tienen ningún tipo de imputación.
— Y lo primero para el nuevo año, el desconocido Plan de Saneamiento.
— El plan lo conoce el gobierno municipal y los técnicos que han estado trabajando en el. Ese plan aún no está elaborado aunque sí es cierto que conocemos el sentido de algunas de las medidas que se contemplan y que ya se están aplicando, como la no renovación de contratos temporales, la disminución de los cargos de confianza o la disminución de contratos de alta dirección, así como la eliminación de gastos superfluos. Le daré un dato, sólo en concepto de gastos de protocolo, en el mes de diciembre del año 2008, el Ayuntamiento se ha ahorrado, 150.000 euros.
— Lo que hubiese sido ilógico es que se hubiesen gastado cuando todo el mundo ha reducido sus gastos.
— Pero se hacía anteriormente con total regularidad y ha sido ahora cuando se ha aplicado este recorte en un intento por recuperar la credibilidad en la clase política. Seguramente serán pequeños gestos, detalles, una gota en el océano de la economía municipal, pero precisamente en esos gestos en donde tenemos que demostrar que las cosas se pueden hacer de otra manera .
— Su portavoz y concejal de Hacienda, Antonio Sánchez, anunció que no se descartaba un expediente de regulación de empleo y usted, poco después, dijo todo lo contrario.
— No dije todo lo contrario, dije lo que dije. Efectivamente en el borrador del plan de saneamiento se incluyen muchas posibilidades y una de ellas, desde el punto de vista técnico, es el de la elaboración de un expediente de regulación de empleo, ahora bien, desde un punto de vista político, ninguno de los partidos del gobierno está dispuesto a adoptar una medida tan sumamente traumática como esa, sobre todo cuando se pueden hacer las cosas de una manera totalmente distinta y, sobre todo, mucho más liviana. Lo que sí es seguro es que la plantilla de las empresas municipales, en este año, se tiene que aminorar, pero por una simple cuestión de eficiencia. No puede destinar más del cien por cien de los ingresos al pago de las nóminas, eso es absurdo.
— ¿Los vecinos pueden soportar el nivel impositivo actual?
— Evidentemente no es justo que sean los ciudadanos los que tengan que soportar la carga de personal que soporta el Ayuntamiento, pero no sólo esa carga, sino otro tipo de derroches.

Universidad, ampliación del puerto, centro comercial ...

De tanto hablar de ellos, sin que se haya avanzado, ya nadie se los cree. Recuerda Valadez que, “siendo chico vi una gran manifestación, la más grande que se había visto en Estepona, y fue la de la Universidad”. El alcalde sólo hablará del proyecto universitario cuando esté cerrado. Recuerda que se ha reactivado el acuerdo firmado entre la Junta, la UMA y el Ayuntamiento, que en unos días visitará Estepona la rectora de la Universidad de Málaga, que ha mantenido varias reuniónes con distintas consejerías y que también ha tenido encuentros con los propietarios de los terrenos, pero no hará público ninguna de esas negociaciones “porque por Estepona ya han pasado cinco universidades virtuales” y, dice, no piensa seguir jugando con una posibilidad que cambiaría la fisonomía del municipio.

También está interesado en solucionar el litigio del puerto, aunque mucha de la documentación está retenida en la instrucción del sumario del caso ‘Astapa’, y todavía no tiene todos los elementos necesarios como para pronunciarse. Lo que sí está convencido que será una realidad, al menos en el inicio de las obras antes del final de mandato, es el Centro Comercial y de Ocio. Valadez se muestra muy ilusionado con este proyecto, asegura haberse reunido ya en cuatro ocasiones con el empresario esteponero promotor del proyecto y con la empresa constructora y que hay verdadera voluntad de seguir adelante. 2009 puede ser un año clave para todo.