El milagro de los panes y los peces
El milagro de los panes y los peces
La 'dolce vita' ha muerto en Estepona y su alcalde hace acrobacias hasta para poder pagar las nóminas · El Ayuntamiento ha tenido avisos de corte de luz, teléfono y gas
Málaga Hoy. David Valadez (PSOE) tiene 31 años y se disculpa al preguntarle la edad. "Aparento más, ¿verdad?". Se toca el pelo y se mira antes de girarse hacia la fotografía de su toma de posesión como concejal en 2003. Es uno de los pocos objetos personales que tiene en el despacho. Han hecho mella los últimos meses, desde que en julio fue elegido alcalde de Estepona en sustitución del encarcelado Antonio Barrientos, y no por el tiempo transcurrido, sino por la carga de trabajo y las carambolas para mantener en pie un Ayuntamiento en el que cuesta hasta pagar las nóminas. O para frenar los avisos de corte de la luz, el teléfono y el gas del cementerio por la deuda acumulada. Un día cualquiera de Valadez empieza a las ocho de la mañana y con suerte, acaba 14 horas después. Se trata de sacar de donde no hay, de recuperar la normalidad perdida con el caso Astapa contra la corrupción, el que acabó con la dolce vita de algunos en Estepona.
El lunes 17 de noviembre es un día cualquiera. De ocho de la mañana a diez de la noche, con apenas media hora para almorzar en familia. Una reunión con los responsables del área de Urbanismo; otra con sus concejales de Economía y Seguridad Ciudadana; cita con una asociación de vecinos; visita a la residencia pública de Isdabe; convocatoria con los medios en un parking en obras; llamadas, casi siempre para pedir cosas, y aclarar papeleo; reunión con la jefa de la asesoría jurídica del Ayuntamiento; y cita con otro colectivo social antes de atender a una veintena de vecinos que quieren contarle sus problemas al alcalde. Total, las diez de la noche.
Valadez reserva una tarde a la semana para recibir a la gente y escuchar sus quejas, hablar sobre lo que les preocupa. Ya ha atendido a más de 400 personas; unas veces puede ayudar y otras no. ¿Es como un confesor? "Soy el muro de las lamentaciones", replica. También una vez a la semana le gusta visitar una asociación de vecinos y tomar un café para saber qué farola hay rota o qué jardín estropeado. Política a pie de calle, no de despacho. Lo que más detesta es encerrarse entre las cuatro paredes de la Alcaldía.
Lo prioritario ahora mismo en el Ayuntamiento de Estepona es garantizar el dinero de las nóminas, más ahora, que con diciembre llega la extraordinaria. Valadez ya ha contactado con el Patronato Provincial de Recaudación para advertirle de que podría pedir un adelanto. En noviembre no ha podido hacer frente a la paga de absentismo (la que se abona simplemente por ir a trabajar) porque no había dinero. Nóminas y punto, "no hay para nada más, la cuenta corriente está a cero".
¿Cómo se gobierna así? "Reduciendo al máximo los gastos superfluos". El alcalde cambiará en unos días el Mercedes heredado que tiene como coche oficial por un Peugeot con el que ahorrará 14.000 euros. Hay un plan para reducir los vehículos en alquiler y el gasto para el alumbrado navideño menguará un 30%. También se han reubicado en dependencias municipales las delegaciones de Playas y Juventud, que estaban en sedes alquiladas.
Los empleados del Ayuntamiento de Estepona no tendrán este año cestas de Navidad ni jamones y los actos oficiales, como la celebración del Día de la Constitución o el próximo 6 de diciembre, se quedarán sin catering ni cóctel. Los gastos de protocolo "prácticamente han desaparecido", explica el regidor.
El Ayuntamiento de Estepona tiene acumulada una deuda de 90 millones de euros, mitad y mitad con los proveedores y la Seguridad Social, que tiene embargadas tres sociedades municipales. El equipo de gobierno, a la hora de negociar, ha decidido dar prioridad a los comerciantes locales con facturas que no superen los 50.000 euros. El alcalde tiene en la agenda del día siguiente sendas reuniones con responsables de Sevillana y Telefónica para fijar un calendario de pagos y un plan de eficiencia para reducir el consumo.
El volumen de trabajadores es otro de los temas espinosos. Desde que Valadez accedió a la Alcaldía se han eliminado 106 empleos con jubilaciones, la no renovación de contratos temporales y la reducción de cargos de confianza y puestos de alta dirección con sueldos estratosféricos. Pese a todo, la plantilla del Ayuntamiento y de las empresas municipales la componen unos 1.300 empleados. Ahora con la crisis, mucha gente acude al alcalde para pedir trabajo. "Les digo que ahora no se puede contratar a nadie y que cuando haya necesidad, se hará en un proceso selectivo con los sindicatos".
La Junta y demás administraciones conocen la precaria situación de las arcas de Estepona y Valadez pelea para sacar adelante los grandes proyectos pendientes en el municipio, imposibles sin su ayuda. El alcalde aprovechó la World Travel Market de Londres para departir con el presidente andaluz, Manuel Chaves, con el que también coincidió de regreso en el avión. Mientras, la minoría con la que gobierna -hay siete concejales del PSOE (otros tres, además de Barrientos, fueron expulsados tras ser imputados en Astapa) apoyados por IU, PA y Estepona 2007 en una Corporación con 25 ediles, dos de ellos en la cárcel- le obliga a negociar casi todo. No es necesario que reconozca que es "realmente difícil".
El alcalde ha logrado sacar adelante un convenio con la casa real saudí que reportará ocho millones de euros a las arcas municipales por permitir edificar un complejo de lujo con 1.400 viviendas, un proyecto ya incluido en el PGOU que está en revisión. Con el paso dado en Pleno esta semana se adelantarán 900.000 euros que se destinarán a un plan de asfaltado.
"¿Arrepentirme de ser alcalde? No, pero a veces me pregunto dónde me he metido, por mí y por mi familia, porque llevo cuatro meses sin vida personal". ¿Y le gustaría ser el candidato del PSOE en las próximas municipales? Zanja el debate: "Eso ahora no toca, sólo estoy preocupado por el Ayuntamiento".
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