La bola de cristal

Artículo de opinión de Gerardo Galán publicado en el semanario Estepona Información. Sábado 2 de agosto de 2008

La bola de cristal

Alguna vez me atribuí ciertas facultades proféticas, parecía que los señalados con mi dedo recibían uno tras otro la visita de los agentes de la justicia, aunque la realidad es que hasta los más incautos sabían que la tormenta judicial acabaría arreciando por Estepona.
Tampoco resulta difícil de adivinar el complicado futuro que se le avecina a David Valadez si acomete, como parece, las medidas de ahorro y racionalización anunciadas en el Ayuntamiento. Hay que recordar que las “víctimas” de esas medidas son en su gran mayoría compañeros de partido, personas que perderán privilegios que han estado disfrutando mientras en el PSOE gobernaban los Astapos.
La reducción del número de cargos de confianza y de alta dirección se traducirá, no puede ser de otra forma, en ceses y despidos de personas muy influyentes, que incluso disponían de móviles corporativos de esos retirados esta semana. A nadie se le escapa que los dolientes son cargos dirigentes de los cuatro partidos que componen el gobierno municipal, y que pondrán palos en las ruedas de la carreta municipal si defienden su propio status en lugar de defender el interés común. Sabemos positivamente que la motivación de la gran mayoría de ellos nunca fue el interés común, así que Valadez lo pasará mal lidiando con tantos y tan poderosos toros.
Además, si no lo remedia, deberá trabajar diariamente junto a un importante y significado número de trabajadores municipales imputados en el curso de las investigaciones astapeñas, lo que sin duda añadirá más dificultades a su trabajo diario. Con todas las dificultades, y aunque sea poca cosa, le reitero desde aquí el apoyo de Los Verdes mientras continúe en línea recta luchando contra todas las formas de corrupción.
Finalmente, me gustaría desmentir a los que pensaron que el título de la columna de hoy, “La bola de cristal”, tenía algo que ver con la concejala Agripina Ramos. Tengo que reconocer que según de quién vengan los insultos recibidos molestan o causan risa. Me reí mucho cuando la citada edil dijo “Galán escupe mierda por la boca”.