UN VERANO INOLVIDABLE
Editorial Estepona Información. Sábado 18 de agosto de 2007
UN VERANO INOLVIDABLE
eSTE verano, de seguir así las cosas, va a ser un verano inolvidable. Y no será sólo por las cosas que tradicionalmente nos prepara el Ayuntamiento, a veces incluso con éxito, sino porque las decisiones que se han tomado este verano las van a recordar los esteponeros durante unos cuantos años, especialmente el próximo que, por ser el primero en el que se apliquen las nuevas tasas, será el más doloroso. Bueno sería ir advirtiendo a todos aquellos que piensen disfrutar unas vacaciones en el verano de 2008 que, coincidiendo con éstas, se encontrarán con una subida del 30% en el IBI, ese impuesto al que en estos días se está haciendo frente, y que además, porque así lo han querido los miembros del equipo de gobierno, habrá que olvidarse de alguna comida, de alguna cena, o incluso de algún día de vacaciones porque también habrá que pagar un recibo expreso de basura y otro de alcantarillado. Son detalles como éstos los que hacen de que un verano, ciertamente, sea inolvidable.Que la situación económica es calamitosa no es nada nuevo, lo que sorprende es que haya quien llevando un buen número de años en el gobierno no se haya enterado. De todos era conocido que el nivel de endeudamiento estaba siendo muy alto, que los gastos continúan en progresión y que los ingresos, de dos años a esta parte, han caído de manera alarmante. Si alguien, especialmente los que ostentan y ostentaban el cargo de concejal no lo sabía es que vivía en los mundos de Yupi. Es por ello que resulte extraño escuchar algunas declaraciones para justificar estas subidas impositivas de las últimas semanas, aunque no es menos cierto que siempre que se ofrece, como paso previo al palo, un panorama negro y desalentador, se confía en que los paganos, los vecinos de Estepona, lleguen incluso a convencerse de que no hay otro remedio, cuando la verdad es que seguramente los hay, pero hay que trabajarselos y para eso ya no están algunos cuerpos. Que la oposición ponga el grito en el cielo es algo lógico, ha encontrado el escenario ideal para cebarse, pero oír a políticos del gobierno decir que la oposición está para eso y ellos para gobernar, sobre todo después de algunas decisiones de confianza familiar, es como para sacar los colores. Alarcón, ha sido más cauto, el suyo sí que está siendo un papelón en este baile de subidas de tasas e impuestos, al que su formación siempre se ha opuesto desde la oposición aunque ahora, desde el gobierno, será porque las ventanas de los despachos tengan unos cristales menos trasparentes, incluso se llega a justificar.Es duro lo de ser gobernante, y puede que sean pocos los que aspiran a ello, no por la vocación de servicio público, que siempre hay idealistas para ello, es que las explicaciones a algunas decisiones hay que empezar por creerselas y eso no siempre resulta fácil y, además, se nota.Pero no hay por qué alarmarse, la confianza del político está en que pasados unos meses nadie hablará de la subida del IBI, de la basura, del alcantarillado, de la hija de Montesinos..., la memoria de los ciudadanos es frágil y sólo habrá que afanarse en mantener el pan y circo que tan buenos resultados daba a los romanos. Lástima que el pan, de seguir así las cosas, habrá que salir a buscarlo fuera.
<< Home