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Sunday, April 08, 2007

Casi un centenar de puntos de la Costa está en riesgo de sufrir riadas


Diario Málaga Hoy. Lunes 9 de abril 2007


Casi un centenar de puntos de la Costa está en riesgo de sufrir riadas


7:42 Raquel Garrido. MÁLAGA.

Su particular orografía y régimen de lluvias hacen de la provincia de Málaga una zona especialmente vulnerable en caso de inundaciones. Pero si a eso se le añade la drástica transformación que ha sufrido la franja costera en los últimos años por la expansión urbanística, el peligro de riadas se extiende a toda la Costa del Sol, lo que equivale a casi la mitad del territorio provincial. Un estudio elaborado por la Junta de Andalucía ha identificado 92 puntos con riesgo de inundación en los núcleos urbanos del litoral y sobre los que deberán adoptarse medidas correctivas.
La costa oriental, desde la capital malagueña hasta Nerja, aglutina 62 de estos puntos con mayor peligro o, lo que es lo mismo, más de un tercio de la superficie total de la provincia. En esta zona se da además la circunstancia de que los ríos y arroyos tienen un perfil torrencial debido a que se localizan en zonas de fuertes pendientes y distancias de apenas seis kilómetros desde la cabecera hasta el mar.
El litoral occidental es ligeramente menos conflictivo, pero aún así concentra 30 zonas de riesgo, un 16 por ciento del territorio provincial.
La razón hay que buscarla en la rápida implantación del cemento y el ladrillo en gran parte de la banda litoral que ha supuesto, en muchos casos, una reducción de los cauces de los ríos, arroyos y ramblas por la ocupación de las denominadas llanuras de inundación como consecuencia de los asentamientos urbanos y las actividades económicas.
El estudio concluye que más de la mitad de la Costa del Sol está urbanizada y que los edificios se suceden sin apenas terrenos rústicos entre urbanizaciones, lo que implica que casi todos los ríos de la zona litoral afectan a núcleos urbanos cuando se producen avenidas periódicas.
La red viaria de segundo orden, la carretera N-340 y las edificaciones urbanas son las infraestructuras más perjudicadas en caso de inundaciones en la Costa del Sol. Las construcciones rurales y los invernaderos lo son en menor medida.
Los datos pertenecen al estudio que la Junta de Andalucía realizó en 2002 y que sirvió de base para la redacción del plan de prevención de avenidas e inundaciones en cauces urbanos de la comunidad. A partir de esta información, la Agencia Andaluza del_Agua pretende ahora, en colaboración con la Consejería de Obras Públicas, determinar los puntos con más riesgo en aquellas zonas que aún no se han urbanizado y que los ayuntamientos afectados deberán incluir en sus planeamientos urbanísticos para impedir que se construya en ellas.
La nueva cartografía se ha realizado con una novedosa tecnología digital que, mediante un sensor embarcado en un avión, permite delimitar con la máxima precisión cada uno de los cauces que existen a lo largo de la Costa. Fuentes de la Agencia Andaluza del Agua explicaron a este periódico que los datos obtenidos se remitirán a las corporaciones locales afectadas con la idea de que los terrenos inundables sean calificados como no urbanizables de especial protección para evitar inundaciones.
La Consejería de Medio Ambiente advierte que será muy estricta en este sentido y que no dará el visto bueno a ningún informe de impacto ambiental de aquellos planes urbanísticos que consideren estas zonas como urbanizables.
Los distintos planes de ordenación territorial de la Costa del Sol y la comunidad autónoma también deberán tener en cuenta la cartografía de los cauces para que no se urbanicen. Pero además la Junta de Andalucía quiere impulsar la conservación de los cauces que estén en peor estado, la restauración hidrológico-forestal de las cabeceras de las cuencas, la implantación de una red de alerta y la prohibición de aparcar en arroyos y ríos.
En las zonas inundables de riesgo localizadas en los núcleos urbanos ya consolidados, las medidas serán de tipo correctivo por la imposibilidad de restablecer el orden natural de los cauces afectados. Urbanizaciones, chalés, hoteles y piscinas han cambiado en las últimas décadas la dinámica natural de los ríos y arroyos como Totalán, Hondo, Guadaiza, Carnicero o los del entorno de Calahonda.
Y todo pese a que la Ley de Aguas prohibe que se edifique en los primeros cinco metros del cauce conocido como zona de servidumbre y con algunas limitaciones en la zona de policía que discurre entre el metro cinco y los cien.
El estudio, que ha costado más de 800.000 euros, se extenderá al resto de la provincia para completar el plan de prevención de inundaciones que empezó la Junta a finales de los años 90.