La foto más suculenta de Michelle se les resiste a los paparazzi

La foto más suculenta de Michelle se les resiste a los paparazzi

El Semanal Digital. Es sin duda la foto más codiciada por las decenas de paparazzi que persiguen la comitiva estadounidense allá donde va: la de Michelle Obama en bañador, pero lo tienen complicadísimo por las extraordinarias medidas de seguridad desplegadas en torno a la primera dama de Estados Unidos y por su recato.

Después de pasar el jueves una ajetreada jornada turística por Granada, Michelle, su hija Sasha y los amigos de la familia optaron este viernes por un día de Sol y mar en el club de playa que el Hotel Villapadierna tiene en el cercano municipio de Estepona. Club que, por expresa petición de la ilustre huesped -la única que ha realizado durante su estancia- se cerró al público.

Desde primeras horas de la mañana se desplegó en la zona un gran dispositivo de seguridad que incluía dotaciones de Policía Nacional, Policía Local, Guardia Civil, lanchas neumáticas y buzos, además del servicio secreto estadounidense. El club fue acotado con un cordón policial para garantizar la seguridad de la primera dama, mientras en el chiringuito ondeaban las banderas estadounidense, europea y española. La Demarcación de Costas autorizó el cierre de 45 metros de litoral.

Tras el cordón se fueron congregando multitud de curiosos que pudieron presenciar la llegada de los 13 vehículos de la delegación pasadas las doce y media. Pero poco más, puesto que además se dispusieron varias cortinas en la zona de hamacas para que la veraneante más famosa de la Costa del Sol pudiera tener privacidad. Sí se la vio llegar con un vestido blanco y un pañuelo en la cabeza, y acomodarse en la zona de camas libanesas.

Al menos una cámara captó imágenes del primer baño de la pequeña Sasha, que nada más llegar a la playa se metió al mar con sus amigos y un miembro del equipo de seguridad. Lucía un bañador multicolor y gafas de agua.