La policía: ´Barrientos repartía dinero entre sus seguidores´
La policía: ´Barrientos repartía dinero entre sus seguidores´
Que todo tuviera apariencia de legalidad era la obsesión de los dirigentes municipales de Estepona
La Opinión de MálagaJOSÉ A. SAU / N. ANDRADE. MÁLAGA Entre Marbella y Estepona hay más de treinta kilómetros de distancia. Pero sus casos de corrupción, ´Malaya´ y ´Astapa´, encierran paralelismos incuestionables. Hasta el punto de que las aportaciones de los empresarios permitían al Consistorio esteponero contar con "un colchón de dinero" que nadie controlaba, al igual que ocurría en la localidad vecina. El fondo de ambas causas es muy similar: se les exigía a los empresarios continuas aportaciones para sufragar las actividades municipales más dispares y parte de ese líquido acababa en bolsillos particulares.
También son similares las formas. La policía afirma en un informe, contenido en el sumario, que el entonces alcalde, Antonio Barrientos, "mostraba en público gran cantidad de dinero que literalmente repartía entre sus seguidores, acto que más que caridad parece una compra de votos en toda regla".
Ésa es la foto que deja clara el sumario: mientras el regidor ´repartía´, el dinero fluía sin control por las arcas municipales (compuesta por tres cajas) y su mano derecha, José Flores –´El Señor de los Hilillos´–, se encargaba de dar forma a la voluntad del jefe.
"Se observa que se ha tejido una complicada tela de araña de intereses económicos, relaciones familiares y de amistad, favores a discreción e incluso una red de nepotismo y de concesiones y contrataciones irregulares, rigiendo exclusivamente el interés personal de todos los implicados", apunta la policía en otro informe.
Las inyecciones de dinero, pagadas por las empresas con expectivas de negocio en la villa, llegaban ´vestidas´ "de las más diversas formas: pagos por servicio, pagos por eventos musicales o festivos, subvenciones a equipos o actividades deportivas". Parte del remanente llegaba a los bolsillos de los imputados –hay 63 por ahora–.
Pero para que se teja una red clientelar con tanta enjundia, es necesario que exista una araña: las empresas, principalmente promotoras, necesitaban engullir convenios urbanísticos. Se disfrazaban sus pagos como donaciones, la parcela se enajenaba a un precio inferior al de mercado y todos salían ganando, viene a decir la policía.
Los investigadores afirman literalmente: "La financiación para sufragar la campaña electoral del PSOE sería irregular". Los miembros de la Unidad contra la Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) aclaran que "muchos de los actos de la campaña electoral fueron sufragados por empresas promotoras con intereses en Estepona, como fueron todos los conciertos organizados, visitas a asociaciones, familias necesitadas...".
Una relación especialmente intensa fue la existente durante varios años, y hasta 2007, entre Valle Romano y el Consistorio. "Igualmente interminable sería la enumeración de aportaciones de dinero por parte de Valle Romano, tanto al Ayuntamiento, como de forma personal a Antonio Barrientos (competiciones de vela, congreso mundial de noticias, conciertos, regalos de Navidad, pago de facturas de luz e, incluso, financiación de la campaña electoral del PSOE)", señalan.
Los agentes, remitiendo su análisis a la denuncia inicial, afirman que "el PSOE, mediante la petición de una serie de créditos a las quince primeras personas de la candidatura, se estuvo tratando de justificar de cara a la opinión pública"?–6.000 euros por cabeza–, financiados finalmente, siempre según un informe de la UDEF, por la promotora.
Sin embargo, los idilios también se acaban: "En 2007, se ha ido produciendo una paulatina desvinculación y desinversión de Valle Romano, con respecto al Ayuntamiento de Estepona. Este fenómeno responde, con toda probabilidad, al hecho de que durante cuatro años el Consistorio ha recurrido sistemáticamente a Valle Romano, llegando a producirse un desgaste y un deterioro en las relaciones entre ambos". La ex secretaria de Barrientos, cuya declaración trae a escena la policía, aseguró haber visto a un empleado de la empresa "llevar maletines" al Consistorio.
Evidentemente, se necesitaban funcionarios que hicieran informes avalando las concesiones de licencias o la rúbrica de los convenios, para darles después apariencia de legalidad, actitud de la que, según la policía, llegó a jactarse el entonces alcalde.
El Partido Estepona (PES) también incurre en una financiación poco ortodoxa. "A lo largo de la investigación se ha hecho mención a la estrecha relación entre la formación y ciertas empresas dedicadas a la publicidad".
<< Home