De bofetadas
al margen
De bofetadas
Málaga Hoy. Ramón Triviño
MIENTRAS que Celia Villalobos interpretaba un nuevo sainete popular en el Salón de Plenos del Congreso de los Diputados, con una trama centrada en intentar que el Gobierno se incline por la disolución del Ayuntamiento de Estepona, como parte de la pertinaz estrategia del Partido Popular (PP) de zurrarle al PSOE siempre que se pueda y por encima de todas las cosas, Javier Arenas, padre del libreto, recibía todo un gancho en el mentón propinado por Silvia Cabrera, edil popular de la citada villa costasoleña, que anunciaba su salida del grupo municipal del PP, después de muchos meses de vivir marginada en el seno de su propia formación, y denunciando las vergonzantes acciones políticas de sus ahora ex compañeros, que realmente parecen decididos a hacer morir a los responsables de la actual corporación con fórmulas numantinas, importándoles bien poco lo que pudiera afectar a los intereses y bienestar de los ciudadanos de Estepona.
La impresentable e injustificable acción de los populares en Estepona pone, otra vez, de manifiesto la forma de entender el ejercicio de la política de los que ya se comienzan a conocer como los Bendodo's boys, basada, al parecer, en la filosofía, por llamarlo de alguna manera, de que todo puede valer si se consigue, antes o después, arañar un puñado de votos o poner al contrincante contra las cuerdas.
La temperatura política no sólo sube en el PP, sino también en el PSOE donde hay un guiso a punto de ebullición. En la amplia comitiva que acompañó al presidente Griñán en su visita a Málaga durante la pasada semana, fueron muchos los que detectaron ciertas tensiones y un ambiente extraño. Ya se puede adelantar que esas sensaciones tienen que ver con la postura de fuerza que parece que va a adoptar en los próximos días el presidente de la Diputación, Salvador Pendón, con objeto de intentar hacer valer sus poderes. Dicen los que se mueven en el entorno del nuevo palacio provincial que no pasará mucho tiempo antes de que Pendón vuelva a sacar la guadaña que ya utilizó, como se recordará, al finalizar el último congreso de los socialistas malagueños.
La versión oficial hablará de ajustes de funcionamiento en el equipo que gobierna el organismo supramunicipal. En una de las áreas porque el entendimiento entre diputado y sus más estrechos colaboradores se ha deteriorado en poco tiempo; en otra, porque su titular deberá optar por la dedicación a una de las dos tareas públicas que ejerce, en aras de salvaguardar la eficacia de la gestión. La realidad, si el diálogo in extremis no lo impide, es que el otrora alcalde de Ardales podría estar dispuesto a defender lo suyo, y a los suyos, espada en mano. Y es una metáfora.
<< Home