DEJEN YA DE JODER CON LA PELOTA
Editorial Estepona Información. Sábado 10 de mayo de 2008
DEJEN YA DE JODER CON LA PELOTA
LA situación que atraviesa la economía nacional es muy delicada. Y ello pese a los recuerdos constantes, por parte del Gobierno, de que sólo se trata de un bache pasajero del que nos repondremos rápidamente. Pero los bolsillos de los ciudadanos dan testimonio de que el bache es un verdadero socavón y de que llegar a final de mes se hace cada vez más complicado. Si a todo ello unimos que el paro sigue creciendo, el paisaje actual, y en especial el futuro, se presenta bastante desalentador.
En Estepona, que evidentemente es España, la crisis también se está dejando notar y cada día un poquito más. Los bancos, los mismos que hasta no hace mucho ofrecían todo tipo de servicios financieros, cierran el grifo de manera descarada y se dedican a hacer aquello para lo que se crearon, dinero. Y la construcción, qué decir de este sector que, junto al turismo, es motor económico para todos los que aquí viven, pues que tampoco está en su mejor momento y que, además de no venderse nada, tampoco se agilizan los trámites para que se pueda buscar una reactivación local. Es, por tanto, un mal panorama que tiene muy difícil salida y que lo será aún más si la clase política no se pone manos a la obra, codo con codo, dejando a un lado los conflictos de siglas para, al menos, intentar salir del atolladero.
Y eso debería ser el objetivo de todos, como en ocasiones anteriores se ha recordado desde este editorial, sin que ello signifique olvidar las lícitas diferencias políticas, que es saludable que las haya, pero no haciendo de éstas, el objetivo prioritario de la relación política municipal.
Que al PSOE le roben en su sede de la calle Real es una faena, como lo es que le den un tirón a una señora en la calle, que atraquen a un comerciante o que desvalijen un domicilio aprovechando la ausencia , a veces ni eso, de sus propietarios. Es un hecho a lamentar, pero no puede servir de argumento para abrir heridas donde no existen y mucho menos hacerlo de forma velada. Y es que no estuvo acertada la secretaria de Organización del PSOE local al poner en paralelo, con un digo sin decir, el robo de la sede socialista con el hecho de que tres días antes se hubiesen conocido las sentencias del Tribunal de Cuentas. ¿A qué viene esa alusión? Cierto que si hay alguna relación se debería explicar y, si no la hubiese, estaría de más su velada insinuación. Quizá lo que debería preguntarse la responsable de organización del PSOE es qué hace un ordenador con información sensible en una sede, que como ella afirma, es provisional, y por tanto sin las mínimas medidas de seguridad, a la que se accede con un simple saltito desde la calle Santa Ana.
Al menos con esa estrategia se ha conseguido que, también esta semana, haya motivos para mantener las tensiones entre partidos políticos y, si ese era el objetivo, habrá que dar la enhorabuena a Marisa Rodríguez aunque, ¿y los vecinos? Puestos a imaginar un mundo ideal, que desde luego no es el que tenemos, si esa energía gastada en hablar del robo de la sede, con la consiguiente réplica y contrarréplica, se hubiese gastado en proyectos positivos para los ciudadanos, otro gallo, a buen seguro, nos estaría cantando. Señores concejales, como diría Serrat, dejen ya de joder con la pelota.
DEJEN YA DE JODER CON LA PELOTA
LA situación que atraviesa la economía nacional es muy delicada. Y ello pese a los recuerdos constantes, por parte del Gobierno, de que sólo se trata de un bache pasajero del que nos repondremos rápidamente. Pero los bolsillos de los ciudadanos dan testimonio de que el bache es un verdadero socavón y de que llegar a final de mes se hace cada vez más complicado. Si a todo ello unimos que el paro sigue creciendo, el paisaje actual, y en especial el futuro, se presenta bastante desalentador.
En Estepona, que evidentemente es España, la crisis también se está dejando notar y cada día un poquito más. Los bancos, los mismos que hasta no hace mucho ofrecían todo tipo de servicios financieros, cierran el grifo de manera descarada y se dedican a hacer aquello para lo que se crearon, dinero. Y la construcción, qué decir de este sector que, junto al turismo, es motor económico para todos los que aquí viven, pues que tampoco está en su mejor momento y que, además de no venderse nada, tampoco se agilizan los trámites para que se pueda buscar una reactivación local. Es, por tanto, un mal panorama que tiene muy difícil salida y que lo será aún más si la clase política no se pone manos a la obra, codo con codo, dejando a un lado los conflictos de siglas para, al menos, intentar salir del atolladero.
Y eso debería ser el objetivo de todos, como en ocasiones anteriores se ha recordado desde este editorial, sin que ello signifique olvidar las lícitas diferencias políticas, que es saludable que las haya, pero no haciendo de éstas, el objetivo prioritario de la relación política municipal.
Que al PSOE le roben en su sede de la calle Real es una faena, como lo es que le den un tirón a una señora en la calle, que atraquen a un comerciante o que desvalijen un domicilio aprovechando la ausencia , a veces ni eso, de sus propietarios. Es un hecho a lamentar, pero no puede servir de argumento para abrir heridas donde no existen y mucho menos hacerlo de forma velada. Y es que no estuvo acertada la secretaria de Organización del PSOE local al poner en paralelo, con un digo sin decir, el robo de la sede socialista con el hecho de que tres días antes se hubiesen conocido las sentencias del Tribunal de Cuentas. ¿A qué viene esa alusión? Cierto que si hay alguna relación se debería explicar y, si no la hubiese, estaría de más su velada insinuación. Quizá lo que debería preguntarse la responsable de organización del PSOE es qué hace un ordenador con información sensible en una sede, que como ella afirma, es provisional, y por tanto sin las mínimas medidas de seguridad, a la que se accede con un simple saltito desde la calle Santa Ana.
Al menos con esa estrategia se ha conseguido que, también esta semana, haya motivos para mantener las tensiones entre partidos políticos y, si ese era el objetivo, habrá que dar la enhorabuena a Marisa Rodríguez aunque, ¿y los vecinos? Puestos a imaginar un mundo ideal, que desde luego no es el que tenemos, si esa energía gastada en hablar del robo de la sede, con la consiguiente réplica y contrarréplica, se hubiese gastado en proyectos positivos para los ciudadanos, otro gallo, a buen seguro, nos estaría cantando. Señores concejales, como diría Serrat, dejen ya de joder con la pelota.
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