¿Qué les une?
¿Qué les une?
Resulta absolutamente lamentable comprobar todos los días cómo los intereses personales de unos pocos prevalecen sobre el bienestar social de todo un pueblo. El hotel de Prasa, el asunto de lo diseminados, el PGOU, Marina D´Or, y doscientos asuntos más evidencian constantemente la vergonzosa incapacidad de la que constantemente hace gala el alcalde, Antonio Barrientos, para tomar una decisión que beneficie su reputación, el buen nombre del PSOE y la prosperidad de este bendito pueblo.
Lo que está pasando en estos momentos entre el Partido Estepona (PES) y el PSOE, entre José Ignacio Crespo, primer teniente de alcalde, y Antonio Barrientos, no es más que lo mismo que ha ocurrido en los últimos tres años pero acentuado e incrementado por la cercanía de las elecciones municipales.
Si Barrientos tuviese un mínimo de dignidad y no tuviese nada que ocultar le hubiese faltado tiempo para pegar un puñetazo a la mesa y cesar a sus aliados de gobierno, los mismos que están sosteniéndole en la poltrona en la que tan cómodo se siente por permitirle tener coche oficial, salir todos los días en la tele y rodearse de palmeros o estómagos agradecidos que son capaces de hacerle creer, incluso, que es todo un líder socialista.
Desgraciadamente el panorama político de nuestro pueblo, en estos mometnos, no ofrece un panorama mucho más sugerente: todos dispuestos a pactar con todos y todos deseando gobernar para cobrar y contratar gente en las empresas municipales que sostengan las directrices de los partidos políticos que integran el equipo de gobierno gracias al incremento del censo.
Como la alegría siempre va por barrios a nadie se le escapa que el día 28 de mayo habrá ruido de sables y comenzarán a rodar cabezas. Lo que antes eran palmaditas en las espaldas pasarán a ser puños que atraparán férreamente unos muy afiliados cuchillos. Al tiempo
Resulta absolutamente lamentable comprobar todos los días cómo los intereses personales de unos pocos prevalecen sobre el bienestar social de todo un pueblo. El hotel de Prasa, el asunto de lo diseminados, el PGOU, Marina D´Or, y doscientos asuntos más evidencian constantemente la vergonzosa incapacidad de la que constantemente hace gala el alcalde, Antonio Barrientos, para tomar una decisión que beneficie su reputación, el buen nombre del PSOE y la prosperidad de este bendito pueblo.
Lo que está pasando en estos momentos entre el Partido Estepona (PES) y el PSOE, entre José Ignacio Crespo, primer teniente de alcalde, y Antonio Barrientos, no es más que lo mismo que ha ocurrido en los últimos tres años pero acentuado e incrementado por la cercanía de las elecciones municipales.
Si Barrientos tuviese un mínimo de dignidad y no tuviese nada que ocultar le hubiese faltado tiempo para pegar un puñetazo a la mesa y cesar a sus aliados de gobierno, los mismos que están sosteniéndole en la poltrona en la que tan cómodo se siente por permitirle tener coche oficial, salir todos los días en la tele y rodearse de palmeros o estómagos agradecidos que son capaces de hacerle creer, incluso, que es todo un líder socialista.
Desgraciadamente el panorama político de nuestro pueblo, en estos mometnos, no ofrece un panorama mucho más sugerente: todos dispuestos a pactar con todos y todos deseando gobernar para cobrar y contratar gente en las empresas municipales que sostengan las directrices de los partidos políticos que integran el equipo de gobierno gracias al incremento del censo.
Como la alegría siempre va por barrios a nadie se le escapa que el día 28 de mayo habrá ruido de sables y comenzarán a rodar cabezas. Lo que antes eran palmaditas en las espaldas pasarán a ser puños que atraparán férreamente unos muy afiliados cuchillos. Al tiempo
<< Home