estepona

Friday, November 17, 2006

Roca regateó con los concejales el precio de la moción de censura


Información aparecida en el diario ABC el viernes 17 de noviembre

Roca regateó con los concejales el precio de la moción de censura


J. M. CAMACHO.
MÁLAGA
Tras la inhabilitación de Jesús Gil, el presidente del Sevilla Fútbol Club y abogado sevillano José María del Nido se había convertido en el auténtico hombre fuerte del Ayuntamiento. Era quien mandaba. Así se desprende de las declaraciones de la ex concejal marbellí Carmen Revilla incluidas en la parte del sumario que ha desvelado el juez Torres sobre la investigación de la «Operación Malaya».
En el sumario se indica que tras la inhabilitación de Jesús Gil y Gil por el «caso de las camisetas», y cuando Julian Muñoz pasó a ser alcalde, «las cosas fueron a peor», ya que, según la concejala Carmen Revilla, quien mandaba y daba órdenes en el Ayuntamiento era del Nido. Revilla asegura que Muñoz, Del Nido y Cerón -asesor del alcalde-, preparaban una moción de censura con la gente del Partido Socialista en Sevilla. Gil por su parte orquestó otra moción con concejales afines para contrarrestar la de Muñoz.
Junta y PSOE salpicados
Por otra parte, un abogado investigado por la Policía, Antonio G.D, se jactaba de tener relaciones privilegiadas con el Gobierno de Manuel Chaves. Según el sumario, este letrado se califica a si mismo como «un padrino». Asegura que quiere estar a la sombra y que tiene contactos «al máximo nivel para asuntos de mucho calado». También admite que «trapichea» en el Ayuntamiento.
Las escuchas telefónicas de la Policía revelan que el investigado se puso en contacto con la ex primer teniente alcalde Isabel García Marcos para hablarle de varios proyectos urbanísticos. En las conversaciones intervenidas, el abogado destaca su relación con cinco o seis personas de la Junta, altos cargos que previamente habían pertenecido a la administración central, así como destacados dirigentes socialistas de la zona. En las grabaciones nombra al alcalde de Estepona, el socialista Antonio Barrientos, del que dijo que había perdido un negocio por «gilipollas».
El letrado revela que sus socios del PSOE de Estepona están cabreados con el alcalde socialista porque llevó a pleno 15 convenios sin la aprobación de la Junta. «Hay un tinglado organizado de mucho cuidado, parecido al de la época de Felipe (González), Roldán y compañía», apunta. Concluye que hay dos líneas dentro del PSOE de la Junta de Andalucía, al tiempo que resalta el interés de los socialistas por ganar las elecciones en Marbella.
Entre los nombres que cita están el delegado de Turismo y Deporte en Málaga, el consejero de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía y candidato del PSOE a la Alcaldía de Marbella, Paulino Plata, así como con otros profesionales .
Otro detalle que se desvela es que los ediles gilistas que presentaron la moción de censura contra Muñoz pensaban que era un hombre despóstico, ignorante, inseguro y con muy baja autoestima, además de mezquino y miserable.
Promesas incumplidas
Asimismo, se recoge que uno de los concejales afines a Gil pidió a Roca 500 millones de pesetas para cada uno de los que iban a desbancar a Muñoz. El ex gerente de Urbanismo, les prometió incrementos económicos anuales, pero no la cantidad solicitada porque «los buenos tiempos del urbanismo ya habían pasado y la vaca ya estaba muy exprimida». La alcaldesa de Marbella percibiría unos 84.000 euros, mientras la ex primer teniente alcalde recibiría 42.000 euros y Tomás Reñones en torno a los 18.000 euros. Tras la moción de censura contra Muñoz, Juan Antonio Roca ofreció 540.000 pesetas a tres concejales afines a Julian Muñoz: Javier Lendinez, Carlos Marín y Emilio Jorrin, porque el equipo de gobierno estaba en minoría al ser apartado Antonio Luque. Esta cantidad era muy superior a la que cobraban los ediles en la oposición. Revilla declaró al juez que el secretario recibía un plus de 2000 euros, igual que el tesorero y el interventor. Este último disfrutó de un Rolls Roice el día de la boda de su hija y de una casa en Estepona, que pagaba el Ayuntamiento. La concejala reconoció haber recibido 40 millones de pesetas en efectivo, que destinó a pagar un piso. También confesó que los concejales del equipo de gobierno estaban hartos de ir a los Juzgados por culpa de Roca, quien «no firmaba nada» y, según comentaban, «estaba forrado». Según la imputada, Roca, al final, no pagó ni una peseta de los 500 millones que prometió a los concejales por presentar la moción de censura contra Julian Muñoza, razón por la cual algunos concejales intentaron apartarlo pero la acaldesa Marisol Yagüe se opuso porque era muy poderoso.