Vecinos y turistas destacan "lo positivo" de la visita de Michelle y Sasha Obama a la Costa del Sol
Vecinos y turistas destacan "lo positivo" de la visita de Michelle y Sasha Obama a la Costa del Sol
Qué es. Centenares de vecinos y turistas rodearon hoy el perímetro acotado del litoral frente al Club de Mar Villa Padierna, en Estepona (Málaga) donde la mujer del presidente de EEUU, Michelle Obama, y su hija Sasha, de nueve años, disfrutaron de un día de playa. Casi todos coincidieron en "lo positivo" de esta visita para la Costa del Sol, ya que se va a animar más gente importante a venir aquí", señaló una turista.
Centenares de vecinos y turistas rodearon hoy el perímetro acotado del litoral frente al Club de Mar Villa Padierna, en Estepona (Málaga) donde la mujer del presidente de EEUU, Michelle Obama, y su hija Sasha, de nueve años, disfrutaron de un día de playa. Casi todos coincidieron en "lo positivo" de esta visita para la Costa del Sol, ya que se va a animar más gente importante a venir aquí", señaló una turista.
La expectación entre vecinos y veraneantes era máxima desde primera hora de la mañana. Tanto que, incluso, trabajadores del hotel Playa Bella, situado justo frente al Club de Mar del Villa Padierna, se asomaban a la valla para curiosear. "La piscina está vacía, así que vengo a ver si veo a Michelle", comentó un socorrista.
Respecto al dispositivo de seguridad, formado por policías, guardias civiles, agentes secretos, buzos y lanchas, algunos turistas consideraron "lógico" el amplio despliegue policial que custodiaba a ambas, mientras que otros exigían "igualdad". "Esto sólo se hace cuando viene alguien de esta categoría", se quejó una señora.
"Es normal que tomen tantas medidas de seguridad porque se trata de la mujer del presidente de EEUU", le replicó otra bañista, quien comentó que, incluso, días antes habían limpiado la zona de la playa donde se encontraba la primera dama. "Nosotros también hemos disfrutado unos días de este espacio sin piedras, gracias a la visita de Michelle Obama", bromeó.
Pero no todos vieron con buenos ojos el hecho de que se le reservara un espacio privado a la primera dama. Y es que hubo bañistas que se quedaron atrapados al otro lado del litoral y a los que no les permitieron pasar. "Mi hija ha salido a dar un paseo y nos ha llamado para que recojamos a los niños porque no la dejan pasar", afirmó un matrimonio de Granada.
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