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Thursday, September 24, 2009

Gamberrada en Estepona


la esquina

Gamberrada en Estepona

Diario de Sevilla. José Aguilar
EL Partido Popular se ha propuesto repetir en Estepona la jugada que tan bien le salió en Marbella: provocar la disolución del Ayuntamiento y lograr la mayoría absoluta en las consiguientes elecciones anticipadas.

Ahora bien, aunque los dos municipios costasoleños han sufrido gravemente el virus de la corrupción, Marbella era ingobernable y ello justificaba plenamente el adelanto de las elecciones, mientras que en Estepona existe un gobierno legítimo, aunque minoritario, presidido por el socialista David Valadez, el que destapó la olla podrida en que se había convertido el consistorio bajo la hegemonía de su propio partido, en compañía de otros.

Gobierno legítimo que el PP local, con entusiasta anuencia provincial y regional, se ha propuesto liquidar propiciando la asfixia financiera del Ayuntamiento y su consecuencia inevitable: la no prestación de los servicios públicos, todo ello para justificar su disolución antes de tiempo. ¿Cómo lo intenta? Haciendo aprobar por el pleno una serie de medidas económicas que, so pretexto de austeridad, persigue la paralización de la actividad municipal.

El pleno, en efecto, acordó restringir el uso de teléfonos móviles y limitar el número de cargos de confianza, lo cual sólo puede merecer alabanza. Pero, ya digo, eso de la austeridad fue el pretexto. Lo sustancial del acuerdo plenario fue suprimir las tasas por recogida de basura, servicio de alcantarillado y apertura de establecimientos, congelar el resto de la ordenanza fiscal y bajar los sueldos del alcalde y concejales. Esto último, con un matiz: solamente afecta a los ediles del equipo de gobierno, no a los de la oposición, que los mantienen íntegros, en una notoria aplicación de la ley del embudo.

Gracias a la mayoría que integran el propio Partido Popular y los concejales procedentes del gilismo y expulsados del PSOE por su imputación en la trama de corrupción que está en el origen de esta crisis, el PP impone que el Ayuntamiento del socialista Valadez deje de recibir una parte sustancial de sus ingresos ordinarios. De este modo llegará a la ruina y la quiebra, que serán achacadas a la nefasta gestión del alcalde. Esta estrategia es una auténtica gamberrada institucional, que lleva a los populares a profetizar el caos y trabajar para que el caos se produzca.

Tampoco se queda atrás el PSOE malagueño en su reacción. Va a presentar mociones en los mayores ayuntamientos de la provincia gobernados por el PP propugnando la misma reducción de salarios y eliminación de tasas que en Estepona. Bonita manera de denunciar una conducta desestabilizadora y espuria: hacer lo mismo. Ojo por ojo y diente por diente. Luego se quejan de que la gente piense que todos son iguales...