Pánico
Artículo de opinión de Gerardo Galán, Convocatoria-Los Verdes, publicado en Estepona Información.
Pánico
Justificado, el que sentimos los interesados en la preservación del medio natural cuando un político perteneciente a uno de los grupos depredadores del territorio hablan de cualquier medida destinada a “racionalizar” el patrimonio verde.
En este caso es el Concejal Duarte, del PSOE urbanizador y conveniador, el que habla de la desafección de vías pecuarias “por transcurrir en tramos urbanos”. Una medida que tendría cierto sentido únicamente en condiciones estrictas que impidiesen la perversión del uso de un patrimonio que pertenece a todos los andaluces.
En el caso de caminos incrustados en el casco urbano parece inevitable que el uso tradicional de la vía pecuaria, el paso de ganado, o el fomentado ahora por a ley andaluza, los corredores verdes, sean de imposible realización práctica., Aunque ello no significa que el destino final de ese patrimonio público inenajenable sea la especulación inmobiliaria.
La creación de infraestructuras viarias o zonas verdes en los cascos urbanos debe ser, a mi parecer, el único destino posible para ese territorio que debe aligerar y nunca aumentar la presión urbanística sobre el territorio. El repetido recurso a un supuesto destino para “viviendas sociales” suele ser un demagógico esfuerzo para esconder intereses en absoluto claros y, con toda probabilidad, ajenos al interés común.
La administración municipal cuenta con una Ley del Suelo que proporcionará, durante el desarrollo del planeamiento, importantes contribuciones al Patrimonio Municipal del Suelo y por ende a la construcción de las necesarias viviendas de protección oficial sin necesidad de menoscabar otro patrimonio público existente. Así que nos parece del todo innecesaria la propuesta ahora lanzada por el PSOE de los constructores y promotores.
Pánico nos produce ver como se pretende abrir la puerta a privatizar o subvertir el contenido de los caminos históricos que deberían ser objeto de esfuerzos para su puesta en valor por su contenido verde y natural, libre de movimientos especulativos inmobiliarios. Aunque estén disfrazados de viviendas para los pobres.
Pánico
Justificado, el que sentimos los interesados en la preservación del medio natural cuando un político perteneciente a uno de los grupos depredadores del territorio hablan de cualquier medida destinada a “racionalizar” el patrimonio verde.
En este caso es el Concejal Duarte, del PSOE urbanizador y conveniador, el que habla de la desafección de vías pecuarias “por transcurrir en tramos urbanos”. Una medida que tendría cierto sentido únicamente en condiciones estrictas que impidiesen la perversión del uso de un patrimonio que pertenece a todos los andaluces.
En el caso de caminos incrustados en el casco urbano parece inevitable que el uso tradicional de la vía pecuaria, el paso de ganado, o el fomentado ahora por a ley andaluza, los corredores verdes, sean de imposible realización práctica., Aunque ello no significa que el destino final de ese patrimonio público inenajenable sea la especulación inmobiliaria.
La creación de infraestructuras viarias o zonas verdes en los cascos urbanos debe ser, a mi parecer, el único destino posible para ese territorio que debe aligerar y nunca aumentar la presión urbanística sobre el territorio. El repetido recurso a un supuesto destino para “viviendas sociales” suele ser un demagógico esfuerzo para esconder intereses en absoluto claros y, con toda probabilidad, ajenos al interés común.
La administración municipal cuenta con una Ley del Suelo que proporcionará, durante el desarrollo del planeamiento, importantes contribuciones al Patrimonio Municipal del Suelo y por ende a la construcción de las necesarias viviendas de protección oficial sin necesidad de menoscabar otro patrimonio público existente. Así que nos parece del todo innecesaria la propuesta ahora lanzada por el PSOE de los constructores y promotores.
Pánico nos produce ver como se pretende abrir la puerta a privatizar o subvertir el contenido de los caminos históricos que deberían ser objeto de esfuerzos para su puesta en valor por su contenido verde y natural, libre de movimientos especulativos inmobiliarios. Aunque estén disfrazados de viviendas para los pobres.
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