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Monday, October 15, 2007

Sordina para la crisis malagueña

Diario Granada Hoy. Martes 16 de octubre de 2007

Sordina para la crisis malagueña

02:51 E. MALDONADO / J. SÁNCHEZ
n MÁLAGA. El PSOE de Málaga y, en concreto, su secretaria provincial, Marisa Bustinduy, atraviesan por el momento más delicado desde que ésta asumió el poder en diciembre de 2000. Una encuesta apunta que los socialistas ganarán las elecciones autonómicas y generales de 2008 en toda Andalucía, salvo Málaga, donde corren el riesgo de perder un diputado y un parlamentario.
Este pronóstico se suma al panorama sombrío que quedó tras las municipales. El PSOE acabó como segunda fuerza política de la provincia, detrás del PP, y Bustinduy no sólo no logró arañar ningún concejal más en Málaga, donde fue candidata, sino que perdió ayuntamientos como Vélez, Torrox y Ardales al no ser capaz de cerrar acuerdos de gobierno con Izquierda Unida. Además, el partido resultó prácticamente barrido en Marbella y Rincón de la Victoria y ahondó su fracaso en Ronda y Alhaurín de la Torre, municipios en los que la dirección provincial eliminó listas aprobadas por las agrupaciones locales para imponer a otros candidatos. A partir de ese momento el liderazgo de Bustinduy empezó a ser cuestionado, un frufrú que se hizo más intenso cuando la ejecutiva provincial eludió analizar el fracaso electoral desde la autocrítica. La militancia mas levantisca le reprocha que la Diputación, la entidad local más importante que el PSOE controla en Málaga, haya sido tomada por los perdedores. Su presidente, Salvador Pendón, no consiguió mantenerse en la Alcaldía de Ardales. La vicepresidenta de la entidad es la propia Bustinduy, candidata derrotada en Málaga, y, en conjunto, diez de los 15 diputados socialistas en la Diputación han encabezado o formado parte de listas que perdieron en las últimas elecciones municipales.
Primero empezaron a circular correos electrónicos y a crearse foros críticos entre lo virtual y lo real. Pero llegó el día de la foto. 57 militantes de toda la provincia se reunieron para expresar su malestar. El movimiento se despachó desde la ejecutiva con la frase "son 40 y un ordenador", un intento de elaborar un documento de apoyo a Bustinduy que finalmente quedó en nada y una propuesta, también baldía, para abrir expedientes disciplinarios.
Pero hubo segunda foto. Esta vez, una asamblea formada por 80 personas que pedían una gestora para Málaga y en la que había nombres de peso: el ex delegado de Cultura Fernando Arcas, el ex vicesecretario provincial José Aurelio Aguilar y el anterior alcalde de Estepona, Antonio Caba. Después han seguido sumándose voces críticas, como la de la agrupación de Puerto de la Torre, una de las más importantes en la capital malagueña, que reclama renovación y recambio en el socialismo.
Entre medias ha tenido lugar otro episodio que tampoco ha contribuido a reforzar la posición de la secretaria provincial que pidió a la Junta, sin éxito, el cese del delegado de Medio Ambiente, Ignacio Trillo, muy crítico con la actual dirección. El alcalde de Coín, Gabriel Clavijo, insiste en que "la falta de liderazgo y estrategia de futuro conlleva la desmotivación del electorado", por lo que pide un "cambio de rumbo" entre los socialistas malagueños.
Desde la dirección andaluza, tanto Manuel Chaves como Luis Pizarro se han empleado a fondo en las últimas semanas para poner sordina a la crisis, bajo el argumento de que ahora no toca ante la proximidad de las elecciones generales y autonómicas. Aun así, fuentes de la dirección reconocen una sucesión de desencuentros entre Chaves y Bustinduy desde la pasada campaña por el referéndum del Estatuto.