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Saturday, May 19, 2007

La herencia tapada del GIL


Diario Málaga Hoy. Sábado 19 de mayo de 2007


La herencia tapada del GIL


02:56 EL REPORTAJE
Esperanza Codina
n MÁLAGA.


El Grupo Independiente Liberal (GIL) creado por Jesús Gil a imagen y semejanza de su apellido para desembarcar en Marbella ya no existe ni en el registro de partidos políticos del Ministerio del Interior. Por primera vez desde 1991, las siglas no estarán en las papeletas de los colegios electorales ni quitarán el sueño a los grandes partidos. Pero, ¡ojo!, no todos los ex gilistas han desaparecido y no tienen intención de hacerlo. Cinco municipios de Málaga -todos en la costa- dan cobijo a 13 candidatos que han sido ediles en algún momento del partido creado por Gil.

En la provincia de Cádiz, Juan Carlos Juárez (PP) gobierna a sus anchas con 20 de los 25 concejales de la Corporación de La Línea de la Concepción y tiene intención de repetir tras el 27-M con nueve ex gilistas más. Fernando Palma sobrevive en la oposición en San Roque también bajo las siglas populares.
Juárez es el más poderoso de los ex gilistas, pero José Ignacio Crespo, fundador del Partido de Estepona (PES), es más interesante por el contacto que tuvo en su día con el aparato del partido. Fue mano derecha de Jesús Gil Marín durante los cuatro años que ocupó la Alcaldía de Estepona y coordinó la campaña electoral del GIL en 1999, el año de la expansión por toda la costa, Ceuta y Melilla. Además, fue el elegido para encabezar la candidatura del partido a la Junta, algo que nunca se materializó por decisión expresa de Gil y Gil, que se dio cuenta de que no podía seguir jugando con fuego.
El PES sustenta el gobierno del socialista Antonio Barrientos en Estepona y Crespo repite como candidato el 27-M junto a los también ex gilistas Juan Manuel Rodríguez y Carlos Cozo. José López, también curtido en las filas del GIL, ocupa el puesto 21 de la candidatura del PP.
El pacto de gobierno se ha mantenido a pesar de los rumores de ruptura y de múltiples tiranteces y enfrentamientos, como el último comentario que hizo el alcalde en un acto de precampaña. Barrientos llegó a llamar a sus socios de gobierno "garrapatas y ladrones", pero después matizó sus declaraciones y se negó a romper el pacto.

Antes de continuar hacia el oeste por el litoral malagueño hay que subir hasta Ronda. Trinidad Aragón ha sido la única mujer que ha encabezado una lista del GIL -Marisol Yagüe llegó a la Alcaldía de Marbella aupada por una moción de censura dos meses después de las elecciones-. Lo hizo en 2003 y logró cinco concejales que ayudaron a tirar del sillón municipal a Isabel Aguilera (PSOE) para subir al andalucista Antonio Marín Lara, que terminó quitándoles las áreas que tenían. Ahora ha creado el Partido Democrático Social de Ronda (PDSR) con su hijo Alberto Ramos Aragón. El ex gilista Jerónimo García, que hace pocas semanas protagonizó un sonoro altercado con un ecologista, concurre a los comicios como número 9 del PP. Manilva es uno de los municipios más convulsos y en ello han tenido algo que ver los ex miembros del partido de Gil y Gil. Abandonadas las siglas para convertirse en Partido Democrático de Manilva (PDEM), la caída de su líder, Pedro Tirado, por la recalificación irregular de la finca La Parrada no ha mermado, de momento, al resto del grupo, que se deja guiar por Francisco Miguel Álvarez. El PDEM apoya ahora al socialista Salvador Zotano, beneficiado de rebote de las desgracias de Tirado, pero Álvarez se ha decantado para el 27 de mayo por encabezar la lista del PP. Lorenzo Guerra, otro histórico del GIL en Estepona, y Rafael Mena lo acompañan como número dos y cinco en su aventura pepera.
En Casares, que en su día estuvo en manos de un alcalde del GIL hasta que Juan Sánchez (IU) se hizo con la Alcaldía con una moción de censura, primero, y con los votos, después, sobreviven dos mujeres del naufragio del GIL, Eva Mena y Eva Rodríguez, que para estos comicios se han decantado por el PSOE para lograr un escaño en el Ayuntamiento. Ocupan los puestos dos y cuatro.
Y queda Marbella, la cuna del gilismo. Aunque parezca increíble, aún hay un ex edil procedente del GIL al que le han quedado ganas de intentarlo de nuevo y al que la operación Malaya contra la corrupción urbanística no se ha llevado por delante. Se trata de Carlos Marín, que intentará tener su hueco en la Corporación con el Centro Andaluz Independiente (CAI). Marín fue fiel a Julián Muñoz cuando se firmó la moción de censura que le arrebató la Alcaldía, aunque meses después optó por dar su apoyo a las propuestas del gobierno que encabezó Marisol Yagüe. Perdió su acta de concejal con la disolución del Ayuntamiento de Marbella.
El 27-M se celebrarán las primeras elecciones municipales en 16 años sin la presencia del GIL, el partido creado en 1991 por Jesús Gil para conquistar Marbella, pero 24 candidatos nacidos de sus filas resisten contra viento y marea.
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