Cordón sanitario

Artículo de opinión publicado en Europa Sur, Huelva Información, Diario de Sevilla, El Día de Córdoba y Granada Hoy el día 25 de octubre, miércoles

ignacio martínez

Cordón sanitario



EL prestigio de la administración local española ha tocado fondo. No porque Rajoy rechace un pacto nacional contra la corrupción municipal: sabe que esos acuerdos se incumplen cuando conviene. Es lo que hacen tanto el PP como el PSOE con el transfuguismo. Tampoco porque Blanco proponga perogrulladas para la salvación urbanística. No. Es Putin quien nos ha hundido. El presidente autoritario de un país dudosamente democrático, como Rusia, dice que España no puede hacerle reproches en materia de derechos humanos: "No tiene nada que decir, porque tiene muchos alcaldes encarcelados por corrupción, como el de Marbella". Esto sostuvo el antiguo espía del KGB, el viernes pasado, en una cumbre de la UE.
El líder de una coalición de antiguos miembros de la nomenclatura comunista, magnates de la energía y traficantes diversos, convertidos en nuevos ricos, dice que en materia de corrupción tenemos que cerrar la boca. Añade que los italianos tampoco pueden hablar de mafias, porque las inventaron ellos. Coloca a España no a la altura del betún, sino en el mismo saco que calabreses o sicilianos. Esto es lo que hay.
Entre tanto, los dos grandes partidos españoles juegan a galgos y podencos. O se caen de un guindo. El PSOE anuncia que expulsará a sus cargos cuando haya indicios racionales de corrupción. Sorprendente: ¿No se les había ocurrido hasta ahora? Y el PP presume de que ninguno de sus concejales de Marbella ha ido a la cárcel. Pero no dice que más de un tercio de los 90 concejales que el GIL sacó en las municipales de 1999 acabó con el carné del Partido Popular en el bolsillo.
En Bélgica y Francia funcionan acuerdos para impedir que la ultraderecha llegue a las instituciones: lo llaman cordón sanitario o pacto republicano. Aquí, los gilistas se han paseado en las últimas municipales, rifados por socialistas y populares, como el verdadero voto útil. Han pactado con PSOE, PP, IU y PA. ¿Sabe Blanco que su partido gobierna en Estepona con el mismo primer teniente de alcalde que tenía Jesús Gil Marín? ¿Sabe Rajoy que su partido ha estado coaligado con gilistas en Ronda hasta la semana pasada? Es necesario un cordón sanitario contra aventureros como los que han arruinado Marbella. Y también hace falta un pacto local que mejore la financiación municipal.
Por cierto, Putin tuvo de ministro a un amigo del escultor Tsereteli, el del caso la estatua rusa. Tan amigo, que el político ruso hizo de traductor en las escrituras de los pisos con los que el escultor cobró, del Ayuntamiento de Jesús Gil, el regalo de la estatua a Marbella.
Putin sabe mucho sobre la cárcel de Alhaurín. Lo que se le escape a un espía…