ESTEPONA, RECONQUISTAR LA CONFIANZA
ESTEPONA, RECONQUISTAR LA CONFIANZA
Artículo de opinión del alcalde, David Valadez, publicado en La Opinión de Málaga
No es fácil pensar y escribir con serenidad y lejos de prejuicios sobre mi ciudad, Estepona, de la que en estos momentos soy alcalde. Decir que dedicamos gran parte de nuestro tiempo a buscar soluciones a los múltiples problemas heredados, sobre todo los económicos, es situarnos en el papel de bomberos al que las circunstancias nos han abocado. Estepona está necesitada de un esfuerzo colectivo para volver a ilusionar, primero, a quienes vivimos aquí de forma permanente y, en segundo lugar, para seguir siendo un punto de encuentro para los que buscan vacaciones tranquilas o días de descanso en una ciudad amable con sus visitantes.
Soy consciente y lo detecto día a día de que los graves problemas sucedidos en la gestión municipal han generado desconfianza, rechazo y mala imagen pero con solo lamernos las heridas avanzaremos poco o nada y por eso estamos necesitados de invertir la actual tendencia, siempre con los pies en el suelo, porque a nadie se le oculta la extrema gravedad de las arcas municipales. Tenemos la obligación de rescatar proyectos y planes que dieron resultados positivos y, en este sentido, estamos procediendo a evaluar cuáles podemos o debemos mantener aún siendo conscientes de que durante un tiempo la extrema austeridad en el gasto es nuestro sino y debemos, además, estudiar con profunda objetividad las inversiones a realizar.
Pero no todo es negativo, ni mucho menos. Son ciertos los problemas conocidos y los que sabemos llegarán, pero también en este tiempo nos hemos dado cuenta de la fortaleza que tiene Estepona. Este pueblo sabe lo que quiere y sabe por donde debe transitar su futuro. A poco que obtengamos ayudas externas, se serenen las aguas y se faciliten medios complementarios para caminar sin demasiados agobios o imponderables estoy convencido de que podemos salir adelante. Ya tenemos sobre la mesa la planificación a medio plazo de algunas acciones que nos ayudarán en este propósito.
Es cierto que no hemos conseguido, de momento, hacer partícipes de la situación en toda su gravedad a quienes nos podrían ayudar, pero ya se han dado unos primeros pasos y desde estas líneas agradezco los apoyos institucionales en marcha. La Consejería de Turismo, Comercio y Deporte, mediante la gestión directa de su consejero, Luciano Alonso, tiene comprometidas varias acciones, entre ellas las que se desprenden del Plan Qualifica y que además de la cantidad final destinada a recuperar el casco histórico hemos de valorar su significado en estos momentos. Estoy convencido de que el Gobierno andaluz, a través de distintas consejerías, atenderá las peticiones que hemos hecho y que la Diputación seguirá siendo un punto de apoyo para iniciativas que ya tiene sobre la mesa.
Entiendo, entre otros motivos porque es la profesión que estudié, que el interés informativo y mediático se centre, en primer lugar, en los problemas que se desprenden de la llamada operación Astapa, pero la imagen de Estepona y la de su pueblo es otra. Lo sucedido, con la gravedad que entraña, debe ser en breve un pasado que tan sólo debe encontrar salida en los tribunales de justicia y, por el contrario, Estepona con todas sus potencialidades turísticas, culturales, deportivas y de turismo complementario sean los que primen en esta difícil tarea de reconquistar la confianza de inversores, de turistas y del pueblo esteponero. Esta es ahora nuestra lucha y es a la que hemos convocado a quienes sienten que Estepona está viva.
Artículo de opinión del alcalde, David Valadez, publicado en La Opinión de Málaga
No es fácil pensar y escribir con serenidad y lejos de prejuicios sobre mi ciudad, Estepona, de la que en estos momentos soy alcalde. Decir que dedicamos gran parte de nuestro tiempo a buscar soluciones a los múltiples problemas heredados, sobre todo los económicos, es situarnos en el papel de bomberos al que las circunstancias nos han abocado. Estepona está necesitada de un esfuerzo colectivo para volver a ilusionar, primero, a quienes vivimos aquí de forma permanente y, en segundo lugar, para seguir siendo un punto de encuentro para los que buscan vacaciones tranquilas o días de descanso en una ciudad amable con sus visitantes.
Soy consciente y lo detecto día a día de que los graves problemas sucedidos en la gestión municipal han generado desconfianza, rechazo y mala imagen pero con solo lamernos las heridas avanzaremos poco o nada y por eso estamos necesitados de invertir la actual tendencia, siempre con los pies en el suelo, porque a nadie se le oculta la extrema gravedad de las arcas municipales. Tenemos la obligación de rescatar proyectos y planes que dieron resultados positivos y, en este sentido, estamos procediendo a evaluar cuáles podemos o debemos mantener aún siendo conscientes de que durante un tiempo la extrema austeridad en el gasto es nuestro sino y debemos, además, estudiar con profunda objetividad las inversiones a realizar.
Pero no todo es negativo, ni mucho menos. Son ciertos los problemas conocidos y los que sabemos llegarán, pero también en este tiempo nos hemos dado cuenta de la fortaleza que tiene Estepona. Este pueblo sabe lo que quiere y sabe por donde debe transitar su futuro. A poco que obtengamos ayudas externas, se serenen las aguas y se faciliten medios complementarios para caminar sin demasiados agobios o imponderables estoy convencido de que podemos salir adelante. Ya tenemos sobre la mesa la planificación a medio plazo de algunas acciones que nos ayudarán en este propósito.
Es cierto que no hemos conseguido, de momento, hacer partícipes de la situación en toda su gravedad a quienes nos podrían ayudar, pero ya se han dado unos primeros pasos y desde estas líneas agradezco los apoyos institucionales en marcha. La Consejería de Turismo, Comercio y Deporte, mediante la gestión directa de su consejero, Luciano Alonso, tiene comprometidas varias acciones, entre ellas las que se desprenden del Plan Qualifica y que además de la cantidad final destinada a recuperar el casco histórico hemos de valorar su significado en estos momentos. Estoy convencido de que el Gobierno andaluz, a través de distintas consejerías, atenderá las peticiones que hemos hecho y que la Diputación seguirá siendo un punto de apoyo para iniciativas que ya tiene sobre la mesa.
Entiendo, entre otros motivos porque es la profesión que estudié, que el interés informativo y mediático se centre, en primer lugar, en los problemas que se desprenden de la llamada operación Astapa, pero la imagen de Estepona y la de su pueblo es otra. Lo sucedido, con la gravedad que entraña, debe ser en breve un pasado que tan sólo debe encontrar salida en los tribunales de justicia y, por el contrario, Estepona con todas sus potencialidades turísticas, culturales, deportivas y de turismo complementario sean los que primen en esta difícil tarea de reconquistar la confianza de inversores, de turistas y del pueblo esteponero. Esta es ahora nuestra lucha y es a la que hemos convocado a quienes sienten que Estepona está viva.
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