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Sunday, February 10, 2008

Una joya ecológica en peligro


Diario Sur. Domingo 10 de febrero de 2008
Una joya ecológica en peligro

El complejo dunar Saladillo-Matas Verdes conserva ecosistemas únicos en el litoral mediterráneo andaluz
10.02.08 -
TEXTO: MERCEDES PERIÁÑEZ / YEDALAMO / FOTOS: UGR / ECOLOGISTAS EN ACCIÓN / ESTEPONA

ES una zona única del litoral mediterráneo andaluz que conserva ecosistemas desaparecidos en otras costas. Una fauna rica y variada, con especies protegidas que conviven con importantes yacimientos arqueológicos hacen del espacio natural Saladillo-Matas Verdes de Estepona uno de los lugares singulares que lucha por sobrevivir al frenético ritmo de la actividad urbanística.

El valor ecológico de este espacio es incuestionable. Así lo ha puesto también de manifiesto una investigación liderada por la Universidad granadina, en colaboración con el grupo de trabajo Valle del Genal y el Museo Arqueológico Municipal de Estepona. Tanto es así, que este grupo de expertos remitirá al Consistorio esteponero un informe con los valores de este complejo para que adopte el acuerdo de instar a la Junta de Andalucía a la protección de sus ecosistemas como una reserva natural marítimo-terrestre, como ocurrió con las Dunas de Artola, en Marbella.

Y es que el valor del espacio Saladillo-Matas Verdes es un testimonio de la riqueza natural que existía antes de la acción conjunta del turismo y la urbanización. «Es una joya y por eso hay que protegerla y conservarla», argumenta el profesor de la Universidad de Granada, José Gómez Zotano. No en vano, el complejo -que se se extiende a lo largo de tres kilómetros- es el único espacio dunar del litoral mediterráneo que conjuga, gracias a su cercanía con el Estrecho de Gibraltar, una nutrida representación de biotopos característicos de la zona con rasgos atlánticos. Las especies de este clima -como el alcornocal y la coscoja- crecen detrás de la zona más frondosa de las dunas. Son los únicos ejemplares que existen sobre arena en el mediterráneo andaluz.

La fauna es muy variada y comprende una nutrida representación de especies protegidas, entre las que destaca la planta posidonia, una importante fuente de vida para muchas especies marinas que ayuda a retener la arena de la playa y a evitar la contaminación.

Patrimonio arqueológico
Y más. El patrimonio de este espacio natural alberga restos arqueológicos sumergidos y en tierra de gran atractivo. Las aguas de la playa del Saladillo guardan restos de batallas protagonizadas durante el siglo XVIII. Entre los hallazgos descubiertos hace años destacan piezas de cañones pertenecientes a barcos franceses. En el exterior, perduran también vestigios del pasado que complementan el valor natural de este espacio. Las termas romanas y la torre almenara del Saladillo, la más antigua de la Costa del Sol (siglo XIV) y una de las que en mejor estado se conservan, son otros de los valores de esta zona, según explicó el arqueólogo municipal, Ildefonso Navarro.

Todo este acervo patrimonial y natural soporta graves amenazas que ponen en peligro su conservación. La construcción de urbanizaciones en la década de los setenta arrasó parte de este entorno natural que se ha quedado limitado a unos 200 metros de anchura. «En la mitad del siglo pasado todo esto era arena litoral con cultivos agrícolas», recuerda Felipe Román, representante de Ecologistas en Acción.

El planeamiento vigente califica esta zona como suelo urbano programado. La revisión del plan dará un paso adelante para la conservación de estas dunas. El documento considerará el sector como un sistema general de espacios libres, que impide cualquier construcción, según el concejal de Urbanismo, Rafael Duarte. La Demarcación de Costas ha ampliado en el nuevo deslinde del litoral la zona de dominio marítimo-terrestre. Unas actuaciones que por el momento ofrecen esperanzas de vida a esta joya de la naturaleza.