estepona

Monday, May 14, 2007

Barrientos cree que los ciudadanos somos tontos

Barrientos cree que los ciudadanos somos tontos

Cuando tan sólo faltan dos semanas para que se celebren las próximas elecciones municipales, el domingo 27 de mayo, nuestro indescriptible alcalde, Antonio Barrientos, declara a los medios de comunicación que el PES es igual a GIL y que “todos sabemos como acabaron los del GIL en Marbella”. Éstas manifestaciones vienen precedidas de calificativos, en referencia a José Ignacio Crespo (líder insustituible del PES), como “garrapatas” “hombre de las galletas” y demás insinuaciones.
Lo realmente sorprendente de todo este despropósito es que esas declaraciones no vayan acompañada de hechos. Es decir, Barrientos tiene facultades para cesar cuando quiera a sus concejales y, sin embargo, dice mucho y no hace nada.
Además, la pregunta es obvia: si los concejales del PES son unos corruptos, ¿dónde han podido realizar esa putrefacta gestión? ¿de dónde sale tanto dinero para tartas, subvenciones a colectivos, etc...? : del URBANISMO. Y miren ustedes que, casualidades de la vida, el área de Urbanismo es una competencia que ostenta el alcalde. Resumiendo: la gestión que haya podido realizar irregularmente el PES se ha hecho con el visto bueno, con la firma y con la aprobación del alcalde, Antonio Barrientos.
Además, ¿qué ha pasado en el Ayuntamiento para que Barrientos se haya dado cuenta ahora de quienes son los del PES? ¿No se acuerda que cuando su entonces portavoz, David Valadez, denunció la labor que desempeñaban los concejales del PES él le cortó la cabeza y se alineó con Crespo?.
Barrientos cree que los ciudadanos somos tontos, que no tenemos memoria y que encima creemos en su palabra.
Nosotros, desde este blog, creemos en los hechos, en las actuaciones y en las trayectorias y, desde luego, la de Barrientos es totalmente incoherente y errónea. Ahora insulta a los que antes llamaba socios de gobierno “leales y honestos”. Al menos, por educación, debería dar explicaciones de los motivos por los que ha cambiado tan repentinamente su opinión.
De lo contrario estaremos obligados a creer que lo hace por motivos estrictamente electorales.