Más de 20 familias del Seghers llevan tres años con luz y agua de obra
Información aparecida en el semanario Estepona Información el sábado 2 de diciembre
Más de 20 familias del Seghers llevan tres años con luz y agua de obra
Las reparaciones para que el Ayuntamiento les otorgue la licencia de primera ocupación ascienden a seiscientos mil euros
paula marín • Estepona
Llevan tres años con luz y agua de obra, no tienen licencia de primera ocupación, el saneamiento de sus casas es deficiente, la piscina no tiene licencia de apertura y uno de los muros de la urbanización amenaza con caerse. Es la situación en la que viven más de 20 familias de la urbanización Balcones del Seghers. Arreglar todos los desperfectos tendría un coste de más de 600.000 euros y la promotora no se hace cargo ni responde a las llamadas de los vecinos. Es por ello que los afectados demandan que el Consistorio tome cartas en el asunto porque, aseguran, su situación es absolutamente insoportable. Han colocado pancartas en sus balcones que rezan "problemas, consulte a los vecinos". Y es que todavía quedan casas por vender y no quieren que más terceros de buena fe pasen por la misma situación que están viviendo ellos. Compraron sus casas hace seis años, sobre plano. Desde hace tres residen en ellas, pero no tienen licencia de primera ocupación. Cometieron el error de fiarse de la promotora, Camu S.L., y escriturar sus viviendas pese a no contar con este permiso municipal. Les aseguraron que se harían cargo de todo y que la licencia llegaría en unos meses, pero nada más lejos de la realidad. "No tenemos licencia de primera ocupación ni hay miras de conseguirla", lamenta José Luis Núñez, uno de los afectados. "Nos han abandonado, nos han dejado tirados a nuestra suerte", insiste. Algo en lo que coincide con Catherine Bud, otra de las vecinas, quien denuncia que "se nos prometió que todo iba a estar bien, pero al final estamos en una situación muy difícil". Sus casas están llenas de grietas y humedades. Tienen agua y luz de obra, lo que supone averías continuas y constantes cortes de suministro. "Cada vez que hace frío, si se encienden las calefacciones, saltan los plomos, nos quedamos sin luz un par de días, hay que llamar a un electricista, y es un problema", asegura otro de los afectados. La red de saneamiento es deficiente: las canalizaciones de aguas pluviales y fecales van unidas, lo que provoca malos olores. La piscina no tiene licencia de apertura, las calles tampoco están provistas de farolas. Y lo que es peor, hay un muro, propiedad de la urbanización, que amenaza con caerse. "Por aquí juegan muchos niños, el muro no es seguro y se podría venir abajo en cualquier momento porque soporta demasiado peso", aclara el abogado de los vecinos, Juan José Bazán. Pero eso no es todo. "La Comunidad de Propietarios ha tenido que hacer un estudio para controlar el agua que sale del muro", explica Francisco Martín, uno de los residentes. "Al parecer, el agua que se filtra es agua sucia, con bacterias. Este agua debería buscar otro cauce. El Ayuntamiento ha dicho que esto hay que arreglarlo, pero vale mucho dinero y la cuestión es ¿quién lo arregla?”, denuncia. Sin solucionar todos estos problemas, que son cargas de urbanización de la promotora que en su día construyó las viviendas, el Ayuntamiento no les dará la licencia de primera ocupación, por lo que no podrán tener luz y agua y su estancia seguirá siendo irregular. Sin embargo, hacerse cargo de todos los desperfectos supone un desembolso que los vecinos no pueden asumir. "Los afectados se han planteado, incluso, arreglar ellos los desperfectos", insiste el abogado de los propietarios. "El problema es que estas obras cuestan casi 100 millones de las antiguas pesetas", reitera. Tanto el Ayuntamiento como los propios vecinos han requerido a la promotora, la mercantil Camu S. L., que les dé una solución. "Le hemos enviado requerimientos, burofax, de todo", denuncian los vecinos. Aunque la respuesta de la empresa ha sido el más absoluto de los silencios. "Ni siquiera nos cogen el teléfono cuando llamamos", lamentan. Por eso, y ante la desesperación, han recurrido al Ayuntamiento. Entienden que es el único que, en este momento, les puede ayudar en esta cruzada en la que dicen sentirse completamente indefensos y sin ninguna arma para luchar en la mano. Buenas noticias Parece que las demandas vecinales han sido oídas y después de mucho tiempo intentando ser recibidos por el alcalde, éste ha anunciado públicamente que exigirá a la empresa que arregle todos los desperfectos y finalice las cargas de urbanización, porque, lo que está claro, explicó Barrientos, “es que estas familias no pueden seguir así". Por su parte José Ignacio Crespo, tras conocer la situación, ha anunciado que la próxima semana intentará buscarles una solución al problema del agua e iniciará las gestiones con Endesa. Así las cosas, las más de veinte familias que residen en la urbanización Balcones del Seghers esperan que, tras tres años, puedan disfrutar de sus casas y decir eso de “hogar, dulce hogar”.
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