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Friday, November 24, 2006

Comparar

Editorial de Estepona Información publicado el día 25 de noviembre

Comparar

Las comparaciones son odiosas y, cuando de plantear el nivel mostrado en los ´cara a cara´de Estival Televisión se trata, Antonio Barrientos e Ignacio Mena, los más recientes, y David Valadez y José Ignacio Crespo, los anteriores, aún más. Este invento televisivo del ´cara a cara´, tan poco habitual y a la vez tan enriquecedor, muestra, sin tapujos, a dos políticos, casi siempre antagonistas en sus planteamientos, y debería ser de obligado cumplimiento para cualquier candidato que se precie. Los vecinos, los telespectadores, tienen la ocasión de verles en primera persona, sin intermediarios que puedan interferir los mensajes. Lo de Crespo y Valadez fue un torrente lingüístico, de ideas, de planteamientos. Con sus posturas se podrá o no estar de acuerdo, pero la fluidez fue sencillamente brillante; por contra, lo del último ´cara a cara´ fue un ladrillo de lo más espantoso. Los dos contrincantes políticos andaban más pendientes de leer lo que llevaban preparado, a veces ni eso, de no salirse de su guión, que de dar respuesta a las preguntas o acusaciones del oponente. Se iba a hablar de urbanismo y no se hizo, se pusieron sobre la mesa asuntos candentes como la sanidad o la educación, y tampoco; la última parte del programa fue de traca, una perfecta puesta en escena de lo que, coloquialmente, se conoce como diálogo de besugos. Y lo mejor es que ellos mismos son conscientes de la patética imagen ofrecida ante un electorado al que, en unas cuantas semanas, le pedirán el voto. El caso de Ignacio Mena merece una reflexión al margen porque ha perdido una ocasión única para postularse como alternativa de poder. Nada tenía que perder y aún así fue el perdedor. Barrientos tampoco estuvo bien, eso sí, lanzó un golpe que dejó grogui a su oponente a las primeras de cambio y, desde ese momento, se dedicó a hacer autocampaña y mirar para Antequera. Visto lo visto, quién ganará las elecciones es una incógnita, pero quién no las ganará es, ahora más, una evidencia.