Los actos vandálicos ponen en tela de juicio la seguridad del municipio
Estepona Información. Sábado 13 de enero 2007
Los actos vandálicos ponen en tela de juicio la seguridad del municipio
Según fuentes policiales, tan sólo hay 70 agentes de calle para el municipio, ya que el otro 50% serían administrativos o altos cargos; las barriadas piden mayor presencia policial en sus calles
rOGELIO mÁRQUEZ • Estepona
El año 2007 ha comenzado generando serias dudas sobre la efectividad del cuerpo de la Policía Local. Esta misma semana la guardería El Nido, ubicada en el Parque El Calvario, era víctima de un nuevo asalto. Los vándalos que accedieron a ella "se dedicaron a romper los cristales de las ventanas y a revolverlo todo", comenta la delegada de Educación, María Miralles (PSOE). Ya es la segunda ocasión en la que se cometen este tipo de fechorías en la guardería municipal, de ahí que el Ayuntamiento haya decidido instalar un sistema de alarma. No se trata este de un acto aislado. Ya en el año 2005 Miralles criticaba "la habitualidad de hechos vandálicos en los centros educativos", haciendo referencia a los dos asaltos que padeció el colegio de Cancelada, a los que habría que sumar los acaecidos en los colegios García Lorca y Simón Fernández, que sufrieron serios daños en su interior; y en cuanto a los institutos, tanto Mediterráneo como Monterroso han registrado, a lo largo de la presente legislatura, numerosas pintadas y rotura de mobiliario. No son los centros docentes los únicos perjudicados de estas actividades delictivas. El pasado verano el concejal delegado de Playas, Antonio Gómez (PA), denunciaba que "casi todos los chiringuitos de La Rada han sufrido actos vandálicos que les han supuesto a sus propietarios cuantiosas pérdidas de dinero". Igualmente el mobiliario playero ha sido objeto de los desalmados. De hecho, Gómez le requirió al edil de Seguridad Ciudadana que intensificara la presencia policial en el Paseo Marítimo, en pleno corazón del municipio, con el objetivo de acabar con la situación. Gómez aseveraba que "la falta de vigilancia por parte de la policía está provocando que los vándalos se salten las normas a la torera". Los últimos acontecimientos de este calibre han sucedido en el Parque El Calvario. Varios jóvenes, el pasado fin de semana, accedieron al recinto causando varios desperfectos en el mobiliario urbano, y ello a pesar de que el Parque cierra por la noche. Las pintadas en muros, edificios, iglesias o en el propio Paseo Marítimo se reproducen constantemente dando una imagen paupérrima al municipio. Las peleas y riñas entre jóvenes se repiten todos los fines de semana. Esta semana la céntrica calle San Roque fue testigo de la brutal agresión que le propinaron cuatro individuos a un joven de veinte años. Una paliza que según los vecinos se prolongó durante quince minutos. La víctima, que en ningún momento dadas las circunstancias estuvo en disposición de defenderse, sufrió numerosos golpes en el rostro. Los vecinos lamentan que este tipo de hechos sucedan, pero se sorprenden aún más cuando acontecen en zonas céntricas, teóricamente vigiladas por los agentes policiales. La inseguridad, la falta de efectivos por las calles -el número total asciende a 140- y la reiteración de actos delictivos se repiten con demasiada asiduidad. Inseguridad en barriadas Puestos en contacto con los presidentes de algunas de las principales barriadas de Estepona, la mayoría de éstos coinciden en la falta de efectivos policiales por sus calles. Desde la Asociación de Vecinos de la Barriada Solís, su presidente Manuel Contreras comenta: "El nivel policial es bajo. Los agentes policiales no vienen, y si lo hacen, es tarde. Hemos llamado en más de una ocasión denunciando la venta de drogas, pero siempre llegan tarde". De igual modo se expresa el presidente de la macrocomunidad Las Joyas, José Sabio, quien afirma que los policías "se limitan a darse una vuelta y poco más", y continúa, "esto es lo que hay, no hay más medios, ni humanos ni materiales. Eso sí, hay drogas por todas partes". Desde El Velerín, Antonio García, se muestra muy crítico con la labor policial: "Hasta ahora no hemos sufrido ningún incidente, pero yo lo achaco a la suerte. En cuatro años no he visto pasar por aquí a un solo policía local. Se lo dije al concejal de Seguridad Ciudadana, y sólo se dedicó a tomar nota". José Llavero, en su calidad de presidente de La Alberdina, admite haber visto a la policía en contadas ocasiones, "una o dos veces. Poco ocurre aquí para la poca presencia policial que tenemos". La venta de drogas era hasta ahora el principal problema que más atemorizaba a los vecinos de La Lobilla, aunque según su presidente, Rafael Montegordo, "ahora, al menos, pasa la patrulla por las noches, y evita la venta de drogas". Desde la AA.VV. de San Cristóbal, en Nueva Atalaya, Miguel Arias explica que el problema de la barriada "es la droga", y afirma que tras haberlo denunciado en varias ocasiones la delegación de Seguridad Ciudadana optó por colocar una cabina fija, "pero los problemas siguen estando, de hecho en el primer día ya destrozaron a pedradas los cristales de la cabina policial". Arias comenta que "lo que llevamos peor son las agresiones, cometidas por los mismos que se dedican al menudeo de drogas". "Muy mal". Así califica la situación de la barriada Mediterráneo su presidenta Aurora Fernández. "Llamamos a la policía para que venga porque en esta zona se dedican mucho a la venta de drogas, y ni siquiera aparecen". Asegura Fernández que "no hay fin de semana que no aparezca un coche arañado, o con los espejos rotos". Manuel Aragón, como presidente de la AA.VV. Santiago Apóstol, comenta que "la policía aparece con cuentagotas", y continúa, "lo que es aprovechado por los jóvenes para apedrear las farolas y destrozar el mobiliario urbano de la barriada". Cada día son más lo casos a los que asistimos de vandalismo, violencia, venta de drogas... lo que denota que algo está fallando a régimen interno. Pero, ¿qué medidas toman las delegaciones de Seguridad Ciudadana y de Bienestar Social respecto a estos vándalos? Pocas medidas Según el concejal David Valadez, una vez que la Policía Local detiene a un menor por cometer algún acto vandálico, se elabora un parte de actuación desde Bienestar Social para, posteriormente, enviar a una educadora, dependiente de la concejalía, para ponerse en contacto con los familiares del menor y estudiar los motivos que llevan al joven a cometer determinados actos. Por otro lado, según el edil, también existe una ordenanza municipal respecto a aquellos menores de edad que consumen drogas o bebidas alcohólicas; éstos jóvenes cuentan con tres alternativas para resarcirse: por un lado pueden pagar la sanción económica interpuesta. Como segunda opción, los menores pueden elegir acudir a cursos formativos. Y la tercera opción pasa porque los menores realicen trabajos sociales para la comunidad, bien en Aprona, en la residencia Virgen del Carmen, o bien vigilando las pistas deportivas del Polideportivo. Estas sanciones son interpuestas de forma bilateral por ambas delegaciones. Cabe recordar la frase acuñada en el año 2003 por el primer teniente de alcalde, José Ignacio Crespo: "Esta será la legislatura de las barriadas". A tenor de las declaraciones de los presidentes de las asociaciones vecinales, la labor, tras cuatro años al frente de la delegación de Seguridad Ciudadana, no ha estado a la altura de las circunstancias. ¿Qué pasa con la venta de drogas y la violencia callejera? Según fuentes de la Policía Local son 140 los efectivos policiales con los que cuenta el municipio de Estepona, de los cuales el 50 por ciento estaría a pie de calle, mientras que la otra mitad está compuesta por altos cargos y personal administrativo, lo que supondría que la presencia policial en las calles es de unos 70 agentes. Una cifra muy reducida teniendo en cuenta que la ratio estipula un total de seis agentes por cada mil habitantes.
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