estepona

Sunday, March 04, 2007

La lucha por un paraje singular


Diario SUR. Domingo, 4 de marzo


La lucha por un paraje singular



La actividad de la cantera de la sierra de la Utrera en Casares levanta las críticas de quienes defienden este entorno natural. Asociaciones y vecinos se unen en una plataforma para promover la protección del torcal más sureño de Europa


TEXTO: MERCEDES PERIÁÑEZ / YEDALAMO / FOTOS:/ECOLOGISTAS EN ACCIÓN / CASARES


LA actividad del hombre y la protección del medio ambiente mantienen en ocasiones una relación complicada. Este tándem peligra cuando el comportamiento humano influye de forma negativa en el entorno natural. Algo parecido es lo que sucede en la sierra de la Utrera, ubicada en el municipio de Casares. La actividad de la cantera que extrae desde hace más de tres décadas caliza y mármol ha levantado las críticas de quienes entienden que esta explotación pone en peligro a este singular entorno. Tanto es así que vecinos de la zona y organizaciones medioambientales, entre ellas la Sociedad Española de Ornitología (SEO), Ecologistas en Acción o el Instituto de Desarrollo de Granada, van a constituir una plataforma para defender la protección de este espacio natural de la Costa del Sol. El colectivo ecologista cree que la forma de trabajo de los últimos años de la explotación minera está destruyendo parte del entorno natural y que se están acercando al corazón de la sierra: el conocido paraje del Canuto de la Utrera. Un desfiladero que atraviesa la montaña y que constituye la zona de mayor importancia de ecosistemas de esta sierra. De hecho, hace años se propuso la declaración de este lugar como monumento natural e incluso existió el compromiso por parte del Ayuntamiento de Casares de solicitar la creación de la figura de paraje natural. Riqueza naturalNo en vano, se trata de la formación más sueña de los torcales de Europa y la situada a una menor altitud de la provincia malagueña, ya que no supera los 360 metros sobre el nivel del mar. Los valores paisajísticos son indudables, con rocas calizas erosionadas -conocidas con el nombre de 'karst'- que forman enormes esculturas naturales de una gran originalidad. La riqueza de su fauna y flora también es incuestionable. Cuenta con especies animales como el águila-azor perdicera o el alimoche, en peligro de extinción. En sus paredes verticales se localizan zonas de nidificación de numerosas aves protegidas por la legislación española y europea. También es significativo el importante legado patrimonial e histórico que guarda entre sus montañas y que incluye desde asentamientos paleolíticos a yacimientos árabes. Los trabajos de extracción de materiales continuarán en la zona. La Compañía General de Canteras, propietaria de la explotación, tiene dos concesiones mineras: una próxima al Canuto de la Utrera y otra que cubre todo el macizo calizo de la sierra. Por el momento, tiene permiso para trabajar hasta 2010. Según el portavoz de Ecologistas en Acción de Sierra Bermeja, Felipe Román, las pretensiones de la empresa pasan por cubrir la mayor superficie posible de terreno para posteriormente negociar la concesión con el Ayuntamiento de Casares. Unos términos que fueron desmentidos desde la mercantil, que aseguró que no se ha modificado la superficie sobre la que se actúa y que ocupa unas 30 hectáreas.Permisos del GILEl Ayuntamiento de Casares velará por el cumplimiento de las autorizaciones. La concejala de Medio Ambiente, Rosario Loring, señaló que los últimos permisos se concedieron durante el gobierno del GIL, sin que en ese momento se solicitara algún estudio de impacto ambiental. «Se debería haber hecho y cuando vengan a negociar la renovación se les exigirá», señaló la edil, que precisó además que la sierra se encuentra bajo un sistema de protección medioambiental en el Plan de Ordenación del Territorio (POT).La actividad de la cantera ha estado marcada por la polémica desde su inicio. La primera licencia la otorgó el Ayuntamiento de Manilva, pese a que la sierra se encuentra en el municipio de Casares. Los manilveños protestaron durante la década de los 90 por las molestias que ocasionaba el trasiego de camiones por el municipio.